El gobierno de Brasil, que encabeza el presidente Jair Bolsonaro, rechazó la ayuda ofrecida por el grupo de países del G7 (Estados Unidos, Francia, Alemania, Japón, Canadá, Reino Unido e Italia) para combatir los incendios que están consumiendo la Amazonía, tras asegurar que la situación está "bajo control".

El lunes, durante la cumbre en la localidad francesa de Biarritz, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, informó sobre la aprobación de un fondo de US$20 millones para colaborar en la lucha contra el fuego.

"Agradecemos la oferta, pero tal vez esos recursos sean más útiles para reforestar a Europa", dijo Onyx Lorenzoni, jefe de gabinete de Bolsonaro, según los medios brasileños.

"[Emmanuel] Macron no logra siquiera evitar un previsible incendio en una iglesia que es un patrimonio de la humanidad y ¿qué pretende enseñarle a nuestro país?", agregó Lorenzoni, en alusión al incendio que devastó la iglesia de Notre Dame, en París, el pasado abril. 

"Él tiene mucho que cuidar en su casa y en las colonias francesas", insistió, esta vez refiriéndose a los territorios franceses de ultramar, entre los que figura la Guayana Francesa, que limita con Brasil.

Este martes, el mismo Bolsonaro matizó el mensaje y condicionó la aceptación de la ayuda a que Macron le pida disculpas por haberlo tildado de mentiroso, pero el mandatario francés descartó haber ofendido a su par brasileño.

"En primer lugar, el señor Macron tiene que retirar sus insultos", dijo Bolsonaro. "Me llamó mentiroso [en alusión a las palabras de Macron de que Bolsonaro engañó sobre sus compromisos ambientales]. Antes de hablar o aceptar cualquier cosa de Francia, debe retirar sus palabras y luego hablamos", añadió. 

El ministro brasileño de Medio Ambiente, Ricardo Salles, había dicho que su país agradecería el apoyo financiero del G7, pero luego de una reunión entre Bolsonaro y sus ministros, cambió el discurso.

Bolsonaro ya había arremetido contra Macron, a quien acusó de "disfrazar sus intenciones sobre la Amazonia detrás de la idea de una alianza de los países del G7 para salvar la Amazonia, como si fuésemos una colonia o una tierra de nadie".

En tanto, el ministro  brasileño de Defensa, Fernando Azevedo, afirmó el lunes que la situación "está bajo control" y que por ahora solo "preocupa un poco" el fuego detectado en los estados de Acre, Rondonia y Pará (al norte del país).

Sin embargo, solo el fin de semana último, se registraron 1.113 nuevos incendios y en lo que va de año se reportaron 80.626 en todo Brasil, 78% más que en el mismo periodo de 2018, según los datos del Instituto Nacional de Investigación Espacial (INPE), cifras que Bolsonaro ─un conocido negacionista del cambio climático─ puso en entredicho.

"Se ha exagerado un poco de que la situación está fuera de control. No lo está. Tuvimos picos de incendios mucho mayores en otros años", insistió Azevedo, al comentar que dos aviones cisterna Hércules C-130 lanzaron el lunes decenas de miles de litros de agua en las zonas incendiadas del estado de Rondonia (limítrofe con Bolivia).

El ministro brasileño agregó que el despliegue de más de 2.500 militares, cientos de vehículos y decenas de aeronaves ayudaron a aplacar los incendios y que los focos han disminuido igualmente gracias a las lluvias en el oeste de la Amazonía.

Azevedo anunció también que se reforzará el combate del fuego con brigadistas y aviones cisternas ofrecidos por Chile y Ecuador, y que en los próximos días, Israel también enviará "100 toneladas de material antiincendios" para evitar la expansión de las llamas. 

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