Uno de los argumentos de los que defienden Tía María es que Southern Copper invertirá 1,400 millones de dólares en la construcción de la mina y esto generará puestos de trabajo en Arequipa. Sin embargo, como ya hemos señalado, esta empresa no es nueva y tiene antecedentes que deben ser tomados en cuenta. No solo tienen historial ambiental, sino también laboral. La Federación Nacional de Trabajadores Mineros Metalúrgicos y Siderúrgicos de Perú (FNTMMSP) tiene una posición clara sobre esta empresa.

Jorge Juárez, secretario general de esta federación minera, cuenta que actualmente hay cerca de 2 mil trabajadores de Southern afectados, ya que desde hace dos años la empresa judicializó el laudo que contiene la Negociación Colectiva 2018-2019, lo que impide que los empleados gocen de sus beneficios. La minera hizo esto a pesar de que la Nueva Ley Procesal de Trabajo (Ley 29497) señala que “la interposición de la acción impugnatoria no impide ni posterga la ejecución del laudo arbitral”. Actualmente, la empresa desconoce el pago a los trabajadores.

"Las empresas mineras en general, están teniendo no solo diálogos no fructíferos con la población, sino también con sus trabajadores. [...] Hay empresas que son de la gran minería, que se podría pensar que al menos van a respetar por cuidar su imagen, pero lamentablemente no es así. La relación laboral con Southern es mala", dijo a Exitosa.

El pasado 2 de julio, un grupo de trabajadores despedidos de Southern se reunió con la congresista Indira Huilca. Ellos fueron a denunciar que fueron despedidos por participar en una protesta en julio del 2017, cuando participaron de la huelga nacional convocada por la federación minera. Pese a que la empresa se comprometió a no tomar represalias, un grupo de trabajadores fue despedido y actualmente llevan un proceso judicial exigiendo su reposición.

"Durante los años 2018-2019, la empresa ha continuado despidiendo dirigentes sindicales de distintas zonas: Ilo, Cuajone y Toquepala. El sindicato mayoritario afiliaba a más de 1800 trabajadores antes de la huelga, con todos estos actos antisindicales la afiliación ha decrecido notablemente", informó el despacho de la congresista Huilca.

Estos antecedentes explican la posición de los trabajadores mineros sobre el proyecto de Southern Copper en el Valle de Tambo

"El trabajo es importante para todos, es más nosotros vivimos de la minería, pero entendemos que se tienen que respetar determinadas condiciones. Hay demasiada corrupción, lamentablemente las autoridades de trabajo a veces son cómplices, las inspecciones no son efectivas", dijo Juárez.

El dirigente sindical recordó que contra Tía María se han realizado dos protestas en 2011 y 2015 y resaltó que si en todo este tiempo la empresa no ha sido capaz de mejorar las condiciones, "el Estado no puede ser cómplice" al pretender imponer el proyecto. La desconfianza no es solo con la minera, sino también con el Estado que no cumple su función de proteger a los posibles afectados por la minería y a los trabajadores, señaló.

"El Estado ha dejado de ser un estado de protección, eso no existe. [...] Con las condiciones que se está dando ahora, creemos que primeramente se ha debido escuchar a la población. El estudio que ha aprobado el Minem, bajo estas condiciones [Tía María] no debería ir", afirmó.

Para Juárez, las empresas extranjeras vienen a Perú a invertir porque "ya conocen cómo es la actuación del Estado, por eso les gustan las inversiones en el país donde no hay mayor protección ni para la población, ni para el trabajador". 

"El Perú, en corrupción, está explotando en estos momentos. Por todos lados el empresariado está buscando sacar beneficios. Hace poco hemos tenido el conflicto por Las Bambas. Las instituciones de Gobierno no existen, lamentablemente no existe seguridad jurídica. No se cree en un Estado corrupto".

La empresa minera y el Ejecutivo afirman que la mina no se construirá hasta que en el Valle de Tambo existan las condiciones sociales óptimas para ejecutar el proyecto. Pero el representante de la federación minera no les cree. 

"No creemos en Southern Perú. Los trabajadores no creen en Southern Perú. Si la empresa desconoce los derechos, ¿cómo creerle cuando dice que van a respetar? Si no respetan a sus trabajadores".

El dirigente señaló que es importante para ellos establecer contactos con los manifestantes del Valle de Tambo. Contó que están vinculándose a través de los sindicatos de Islay.

"El empresariado nos ha hecho creer que los trabajadores nada tenemos que ver con las comunidades locales. Eso es mentira. La mayoría de las poblaciones afectadas trabaja en los proyectos. No podemos estar divorciados, tenemos que tener una misma mirada", dijo.

El problema no es solo Southern, los trabajadores mineros están preparando una huelga nacional indefinida para el próximo 10 de setiembre. ¿El motivo? En marzo pasado, la federación minera realizó una propuesta de negociación colectiva, pidió a las mineras dialogar, pero estas no se quisieron ni sentar a escuchar, señaló Juárez. "Ellos rechazan totalmente los derechos de los trabajadores, ese es el nivel de diálogo que ofrecen las empresas mineras en estos momentos", afirmó.

"El Estado, que debería promover la negociación colectiva, no dice nada. La palabra diálogo la usan ellos [los empresarios] a su conveniencia", agregó.

El representante de los trabajadores mineros llamó la atención sobre la manera en la que tratan las empresas a sus obreros. Señaló que las mineras han aumentado su rentabilidad hasta en 50%, con ganancias que llegan al 160% y a una cifra de 29,000 millones de soles anuales. Mientras tanto, los trabajadores solo reciben un aumento salarial de 2% anual.

Además, debemos señalar que el 70% de los trabajadores del sector son tercerizados, grupo que sometido a inestabilidad mediante contratos temporales, sin derecho a utilidades ni beneficios, con salarios que están entre el mínimo (930 soles) hasta los 2,000 soles. 

Sobre Tía María, la Federación Nacional de Trabajadores Mineros Metalúrgicos y Siderúrgicos de Perú (FNTMMSP) reafirma su apoyo y solidaridad con la población del Valle de Tambo, ya que son testigos de la:

"[...] lógica depredadora bajo la cual ha venido accionando Southern Perú y otras compañías mineras imponiendo proyectos desde el Ejecutivo sin considerar la decisión de la población arequipeña y maltratando a sus trabajadores. Buscamos una minería que respete al medioambiente, a las comunidades y también a sus trabajadores".

La semana pasada, el Ministerio de Energía y Minas (Minem) otorgó licencia a Southern Copper para que construya el proyecto Tía María en la provincia de Islay (Arequipa), una zona cercana al Valle de Tambo, dedicada a la agricultura. La decisión fue tomada a pesar de que la población viene manifestando su rechazo a esta inversión desde hace nueve años. Tras la convocatoria a protestas y el inicio de paro indefinido en la zona, desde Lima representantes del Ejecutivo dicen que dialogarán con autoridades y dirigentes. La condición de los manifestantes es que primero se anule la licencia y luego se sentarían a conversar. El principal problema es, como vemos, la falta de confianza en la empresa minera. Ni los trabajadores mineros, que serían los beneficiados por esta inversión, le creen.


[Foto de portada: Facebook]


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