En el Ejecutivo han dado por sentado que la cuestión confianza que aprobó este miércoles el Pleno del Congreso implica la aceptación de los términos que expuso en el hemiciclo el jefe del gabinete, Salvador del Solar, el martes último; es decir, que los seis proyectos de reforma política remitidos a la Comisión de Constitución se verán en el plazo fijado ─en la actual legislatura, que se ampliaría hasta el 25 de julio─ y sin alterar su "esencia". La decisión se adoptó con un total de 77 votos a favor, 44 en contra y tres abstenciones.
"La determinación del Congreso ha sido puntual: sí al voto de confianza y eso está premunido de las consideraciones que expuso el primer ministro", dijo el ministro de Justicia, Vicente Zeballos, al subrayar que el respaldo legislativo es "corporativo e institucional", más allá de la postura personal de congresistas que se oponen a la reforma. "Esta es una votación irrebatible y por lo tanto plenamente constitucional", anotó.
El martes, Del Solar sostuvo que para el Ejecutivo es perfectamente razonable la aprobación en el Congreso, sin que pierdan su "esencia" ─ergo, sin cambios sustanciales─, de los seis proyectos referidos a la inmunidad parlamentaria, el financiamiento de partidos políticos, el voto preferencial, las elecciones internas, las listas de candidatos a elección popular y la inscripción de organizaciones políticas.
"El rumbo trazado continúa", escribió por su parte el presidente Martín Vizcarra en Twitter, en un alto al Consejo de Ministros habitual de los miércoles en Palacio de Gobierno."Seguimos trabajando y poniendo como siempre al Perú primero", anotó.
Pero el optimismo en el Ejecutivo difiere del ánimo en bancadas como la del Apra o el fujimorismo, que insistieron en que el Gobierno no les puede imponer plazos ni condiciones respecto a los proyectos de reforma. De hecho, durante del debate de este miércoles en el Pleno, circuló entre las bancadas una moción de orden del día que modificaba los términos del Gobierno la cuestión de confianza.
Tras la votación, así lo confirmó el legislador aprista Mauricio Mulder, al señalar que el Ejecutivo no puede interpretar que la confianza le ha sido negada si es que el Congreso modifica los proyectos de reforma política. "La confianza otorgada este miércoles no está sujeta a una interpretación posterior por parte del Gobierno respecto a que los proyectos de ley que ya presentó al Congreso tengan que aprobarse tal como vienen", dijo en conferencia de prensa junto a su bancada.
Así, todo hace indicar que la crisis política está aún lejos de acabar. De momento, el Congreso ha neutralizado el peligro de que sea disuelto legalmente, al otorgar la confianza al gabinete, pero si persisten las trabas y dilaciones para que al reforma política avance, la tensión de reavivaría, porque el Gobierno advirtió que, bajo ese escenario, asumirá que la cuestión de confianza ha sido traicionada.
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