El rector pro tempore de la PUCP, Efraín Gonzales de Olarte, publicó, este martes, un comunicado sobre las protestas dentro del campus universitario. Afirmó que "en las últimas semanas, se han desarrollado distintas manifestaciones de miembros de nuestra comunidad que están alterando el correcto desarrollo" de las clases y actividades académicas y agregó lo siguiente:

"Con ello no pretendo manifestarme en contra de las protestas ni censurar este tipo de actividades. La protesta en contra de situaciones que se consideran injustas está permitida dentro de nuestra comunidad y del país; y, en la PUCP, consideramos legítimo y saludable que cada integrante del cuerpo de estudiantes, docente y administrativo levante su voz cuando lo considere necesario. Manifestaciones justas han sido generadoras de importantes cambios en nuestra institución a lo largo de su historia".
"Sin embargo, al ser la enseñanza nuestro principal propósito, las actividades académicas merecen nuestro respeto más absoluto y cualquier protesta individual o colectiva que atente contra el normal desempeño de las clases es considerada una infracción a nuestro código de ética universitario".

El rector de la PUCP pidió respeto entre los miembros de la comunidad universitaria y que exista un clima de tolerancia. En este sentido, hizo un llamado a alumnos y profesores a que "expresen su posición dentro del marco de la institucionalidad". Pero, Gonzales de Olarte no hizo mención al contexto en el que se publica este comunicado. Por ello, lo explicamos a continuación.

Luego de un año convulsionado por la denuncia por el cobro ilegal de moras, por la que al final la PUCP tuvo que devolver un monto total de 32 millones de soles a sus alumnos; el 2019 inició para la universidad con más protestas por otros temas.

Por un lado, los jubilados reclaman el cumplimiento del régimen especial de pensiones que acordaron con la universidad y que ésta ha decidido eliminar progresivamente. Por este caso, trabajadores y alumnos realizaron dos huelgas de hambre en la puerta principal del campus universitario.

Por otro lado, desde fines del 2018, el Defensor Universitario, Wilfredo Ardito, viene siendo acusado por alumnas de obstruir las investigaciones en casos de presunto acoso. Las estudiantes afirman que Ardito las ha presionado para que no presenten sus denuncias contra docentes o alumnos. Algunos de estos testimonios fueron recogidos y difundidos por la Federación de Estudiantes de la PUCP (Fepuc).


Además, para tratar estos casos de presunto acoso, la PUCP creó la Comisión Especial para la Intervención Frente al Hostigamiento Sexual. Una de sus integrantes, la docente del Departamento de Derecho, Marisol Fernández, fue cuestionada por Ardito, quien consideró que ella tenía una "visión parcializada" porque buscaba el fin del "patriarcado".  

Entre tantos cuestionamientos, el pasado 15 de marzo, la Asamblea Universitaria, que reúne a representantes de profesores y estudiantes, no aprobó la Memoria de la Gestión de la Defensoría Universitaria "por estar en desacuerdo con la forma" en la que Ardito "viene ejerciendo sus funciones". Por ello, el 25 de abril, pidió su renuncia considerando que "ha perdido la confianza tanto de la comunidad universitaria como del máximo órgano de gobierno que lo eligió".

En este contexto, estudiantes han realizado diversas protestas. La última fue el viernes 3 de mayo, cuando un grupo de alumnos realizó un plantón en los exteriores del salón de clases donde iba a dictar Ardito. El Defensor Universitario calificó a los manifestantes como una "turba" y "grupo radical", a la protesta como "hecho de violencia" y "griterío" y dijo que esto le hacía recordar a las "maniobras senderistas" y que temía que regresemos a "tiempos de la Inquisición y la quema de brujas". Anunció también que iba a hacer la "denuncia respectiva" y que esperaba que la sanción no demore mucho.

Esto provocó un pronunciamiento de la Fepuc que lamentó que el Defensor Universitario lance estos calificativos contra los alumnos. Sostuvo que estas manifestaciones son consecuencia del accionar de Ardito y sostuvo que los estudiantes protegieron sus identidades "debido a las reiteradas amenazas".

Sobre las denuncias de obstrucción a las investigaciones por presuntos casos de acoso sexual, Ardito se ha defendido diciendo que todo es falso. En un comentario dejado en el video antes señalado, dijo que el testimonio es "totalmente falso".

Además, Ardito acudió al Instituto Latinoamericano de Ombudsman (ILO), de la cual es socio, para que se pronuncie sobre su situación y obtuvo su apoyo.

A pesar que el máximo órgano de gobierno de la PUCP lo ha instado a renunciar, Wilfredo Ardito se mantiene en el cargo. Y este último pronunciamiento del rector Gonzales de Olarte podría ser tomado por el cuestionado Defensor Universitario como un respaldo. Así lo podemos inferir de esta reacción dejada en Facebook.

Las acusaciones de las alumnas no solo van contra Ardito, sino también contra su asistente, Carlos Santibañez. En una publicación en Facebook, este afirma que se siente en medio de una guerra en Medio Oriente y dio a entender que estas denuncias responden a un interés político en medio de las próximas elecciones al rectorado en la PUCP.  Sin embargo, como señalamos anteriormente, las quejas contra la actual gestión de la Defensoría se remontan a mediados del 2018.

[JLPA / Foto de portada: composición de LaMula.pe / Captura de pantalla de video del canal de Youtube de la PUCP / Facebook de Fepuc]


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