El fiscal coordinador del Equipo Especial, Rafael Vela, aseguró este miércoles que Jorge Barata detalló en su segundo día de interrogatorios la ruta del dinero y los pagos ilícitos que se efectuaron por la Línea 1 del Metro de Lima, obra emblema del último gobierno del expresidente Alan García.
El magistrado confirmó que el exsuperintente de Odebrecht en Perú reveló también los seudónimos empleados por los beneficiarios de los pagos ilícitos registrados en el Sector de Operaciones Estructuradas, sistema usado para la contabilidad de las coimas y sobornos.
"En la misma línea con lo que sucedió ayer, el señor Barata ha respondido a todas las preguntas que han sido formuladas […] Y a partir de esta situación las hipótesis que ha venido trabajando el fiscal José Domingo Pérez se vienen comprobando"
"Somos conscientes de la importancia y trascendencia de los mecanismos de colaboración eficaz, porque en gran medida la información entregada y el testimonio [de Barata] que produce muchísima información relevante se da en el contexto del uso de una herramienta procesal que está demostrando ser utilitaria".
Así, por ejemplo, Barata confirmó que Luis Nava Guibert, exsecretrario de Palacio de Alan García, era el verdadero destinatario de los sobornos encontrados en la Banca Privada de Andorra a nombre de Miguel Atala, otro de los incondicionales del desaparecido expresidente aprista, tal como lo había revelado IDL-Reporteros. Ambos, dijo Barata, eran los "Maiman" de Alan García, en alusión al empresario Josep Maiman, quien prestó sus cuentas en el extranjero para que Odebrecht le pagara sobornos al expresidente Alejandro Toledo por la Interoceánica Sur.
En Andorra se halló depósitos por US$ 1.3 millones provenientes de la empresa Odebrecht hacia la cuenta offshore Ammarin Investment, de propiedad de Atala. A Nava, por otras vías, le hicieron también transferencias por un monto que supera los US$ 4.5 millones.
El exsuperintendente de Odebrecht en el Perú confirmó también a las autoridades que Luis Nava usaba el apelativo de “Chalán” en los archivos del Sector de Operaciones Estructuradas que usaba la constructora para registrar el pago de sobornos. Su hijo José Antonio Nava tenía el seudónimo de “Bandido”.
La tesis fiscal apunta a que Atala y Nava, que eran funcionarios incondicionales de García pero sin poder de decisión o influencia en el proyecto del Metro de Lima, fueron solo los intermediarios de las coimas de Odebrecht, cuyo destinatario final habría sido el ex jefe de Estado aprista.
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