El ex presidente Alan García fue trasladado desde su casa en Miraflores hasta el hospital de emergencias Casimiro Ulloa en el mismo distrito poco después de que llegaran agentes de la Policía llegaran a su domicilio para su detención preliminar por 10 días, tal como lo ordenó el Poder Judicial a pedido de la fiscalía en el marco del caso Odebrecht.
Las primeras versiones apuntan a que el exmandatario se había disparado luego de que se percató que agentes de la División de Investigación de delitos de Alta Complejidad de la Policía llegaron a buscarlo para ejecutar la medida judicial. Los policías encontraron a García ya herido de gravedad, tras encerrarse y dispararse en su habitación.
Genaro Velez, abogado de Alan García, le dijo El Comercio que su cliente estaba internado por una lesión en el referido hospital, pero no quiso dar más detalles porque estaba en camino al lugar. Luego, ya ahí, confirmó que el mismo García se intentó suicidar de un disparo en la cabeza. Ahora está en la Unidad de Cuidados Intensivos y su estado es grave.
"El expresidente tomó la decisión de dispararse", declaró Erasmo Reyna, otro abogado de Alan García, en los exteriorres del hospital Casimiro Ulloa, mietras que el Ministerio de Salud (Minsa) informó en un comunicado que el exmandatario se encuentra en sala de operaciones con pronóstico reservado.
En la víspera, el mismo exmandatario reiteró que no temía ir preso, al comentar los millonarios pagos ─más de US$ 4 millones─ que su exsecretario personal Luis Nava Guibert recibió de Odebrecht a través del esquema encriptado de la Caja 2 que usaba la constructora para ocultar los sobornos, pero trató de desentenderse. "De ninguna manera tendría conocimiento de ningún acto ilícito", dijo en Canal N.
Era inminente que ante las contundentes evidencias que la misma Odebrecht le dio a la fiscalía sobre esos pagos, el despacho del fiscal José Domingo Pérez Gómez, a cargo le caso, pediría la detención de Nava Guibert, quien convenientemente se se internó en una clínica local, y probablemente la de Alan García, como ocurrió.
Y las sospechas de la fiscalía crecen, porque tanto el exsecretario de Palacio como Miguel Atala, quien fue vicepresidente de Petroperú en el último gobierno aprista y que fungió de testaferro de Nava Guibert para encubrir los pagos de Odebrecht, no tenían ninguna relación ni poder de decisión en proyectos como el Metro de Lima o la Interoceánica Sur, en los que Odebrecht pagó coimas, por lo que el equipo Lava Jato cree que ellos no son en realidad los destinatarios finales del dinero sucio de la constructora. A ambos solo los une una larga y muy cercana amistad con Alan García.
Lee también
Poder Judicial ordena detención preliminar contra Alan García
Vela: "Barata tiene muchas preguntas que resolver y esa información será vital"
Alan García: De ninguna manera yo tendría conocimiento de ningún acto ilícito