Vieja costumbre. En un hecho que no debería sorprender, uno de los más férreos defensores del fujimorismo hizo una vez más gala de la desinformación y la facilidad de difamar sin pruebas a todo aquel que apoye las investigaciones en su contra o cuestione la idoneidad moral de dicho grupo para hablar de lucha contra la corrupción y hacer política limpia en el país.

Carlos Tubino volvió a recurrir al que parece ser el recurso más facilista de los fujimoristas para calumniar: el 'terruqueo'. Y lo hizo, probablemente, seguro que con la inmunidad parlamentaria que goza no podría pasarle nada.

Este lunes, horas antes de que muchos peruanos celebraran navidad, el vocero de Fuerza Popular se atrevió a responder un tuit del joven activista y excandidato al Congreso Abel Gilvonio. Bastó que en él se saludara al fiscal José Domingo Pérez para que Tubino lo acusara de "terrorista" y señalara muy orondo que esa era "la gente" que "avalaba" al representante del Ministerio Público.

La respuesta de Gilvonio no se hizo esperar y retó al parlamentario a probar la acusación que acababa de hacer o tomaría medidas legales en su contra.

El fujimorista respondió intentando disculparse alegando que se debía a un problema de homonimia, algo que, según respondió el propio Abel, tampoco se ajustaba a la realidad.


Así, el congresista quedó en un ridículo aún mayor, porque tal y como respondió Gilvonio no había verificado nada. El joven le recordó, además, que esa práctica no debe realizarse con nadie y menos amparándose en la protección legal que se les brinda a los parlamentarios.

Vale recordar que Abel Gilvonio nunca ha negado que parte de su familia haya pertenecido al MRTA, pero que siempre ha marcado distancia de su accionar y ha resaltado que su compromiso es con la ley y la democracia.


Pero como si la vergüenza no fuese suficiente, Tubino intentó insistir en que el 'error' se debía a la homonimia y señaló que ese hecho era una 'pesada carga' que Abel debía llevar.


Un último punto interesante teniendo en cuenta que el parlamentario es hoy la voz en el Congreso de un grupo que tiene como lideresa a la hija de un condenado por diversos delitos y a quien su apellido parece no significar ninguna mochila pesada a la que haya que señalar.

Y esto sin decir que Abel Gilvonio ha condenado y marcado distancia de los delitos cometidos por sus familiares. ¿La lideresa del señor Tubino lo ha hecho? ¿O acaso ella misma y sus seguidores no se cansan de llamar a la dictadura de los noventa 'el mejor gobierno de la historia del Perú'?

Por lo menos nos queda el consuelo que en el 2021 no tendremos más congresistas así en el Poder Legislativo.


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