Solo los apristas hacen esto. Por la mañana, el (increíblemente aún) líder del Apra, Alan García Pérez, reapareció públicamente tras la negación del asilo que pidió a Uruguay. El aprista dijo ante la prensa que iba a colaborar con la justicia en las investigaciones que se le siguen por presuntos actos de corrupción y resaltó que esto ha servido para que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) esté siguiendo cómo se respeta la Constitución y las leyes en Perú.

Por la tarde, sin embargo, un grupo de sus seguidores, que estaban concentrados en los exteriores de su domicilio en el distrito limeño de Miraflores, detectó (luego de una búsqueda en Internet) que uno de los vehículos que estaba cerca era del Ministerio del Interior (Mininter). Ante ello, desesperados, se acercaron hacia la camioneta, los apristas golpearon el vehículo, abrieron sus puertas y sacaron con violencia a las personas que estaban adentro. Mientras hacían todo esto, gritaban "¡No al chuponeo! ¡Que vea esto la CIDH!", en un intento por victimizar a Alan García y tener excusas para decir que es un perseguido político.

Luego, un grupo de policías llegó para retirar una mochila (pertenencia de una de las personas que estaba en la camioneta policial), pero los apristas seguían violentos y acusando chuponeo sin tener ninguna prueba.

En medio de esta situación, salió García para decir exactamente lo contrario a lo que había dicho en la mañana. Si antes se mostraba calmado y decía que las leyes se respetaban en el país, por la noche dijo que en el gobierno de Martín Vizcarra se estaban cometiendo "prácticas montesinistas" y no se respetaba el estado de derecho. Además, metió el que debería ser el tema de la semana: "Así no se gana un referéndum", dijo el aprista, cuyo partido es el único que se está organizando para esa jornada electoral, en un intento por salvar su presencia en el Parlamento.

Luego, salió uno de los escuderos de Alan García: Jorge del Castillo. El congresista repitió el libreto de los apristas que atacaron a la camioneta y denunció un chuponeo contra su líder. Pero pidió la presencia del fiscal para que inspeccione el vehículo y se determine para qué labor estaba destinada.

Finalmente, llegó el fiscal y lo que se pudo comprobar era que la camioneta no estaba destinada para el chuponeo, sino que eran equipos de videovigilancia. Casi a las diez de la noche, el ministro del Interior, Carlos Morán, brindó una conferencia de prensa y aclaró todo el asunto.

Resulta que el secretario personal de García, Ricardo Pineda, le pidió al ministro Morán que se brinde resguardo policial para su líder ante los temores de que se realicen protestas o ataques a su domicilio, la camioneta que los apristas atacaron estaba destinada a darle ese resguardo al expresidente a través del monitoreo de imágenes, las personas que estaban adentro de la camioneta y que fueron agredidas por los alanistas eran efectivos policiales vestidos de civil, y la mochila que cuidó un grupo de policías era propiedad de uno de los efectivos.

En conferencia de prensa, el ministro se mostró indignado y dijo lo siguiente:

"Tengo que asegurar que este gobierno no hace ningún tipo de interceptaciones telefónicas ilegales. En este caso que ha denunciado el señor Pineda y el expresidente Alan García, lo rechazo contundentemente. Aquí no hay ningún tipo de interceptación ilegal atribuido al gobierno de Martín Vizcarra. Estoy sorprendido e indignado con la posición del señor Pineda [abogado de García] porque el día lunes, él me llamó por teléfono y tuvimos una conversación de tres minutos. Yo le garanticé que la seguridad de García iba a estar a cargo de este sector y de la Policía Nacional porque no queríamos que se repita incidentes como ocurrieron anteriormente contra el señor Alva Castro".
"El señor Pineda me pidió que se brinde seguridad a su familia y a su casa. También me dijo que García tenía miedo de que haya orden de captura en su contra. Yo le dije que no había nada y que podía irse tranquilamente a su casa. A partir de ahí, también recibí llamadas de congresistas apristas que se preocupaban por la seguridad de su líder. Para eso, mi despacho elaboró un plan de operaciones para seguridad en el domicilio del expresidente García, que tiene que ver con seguridad física donde participan varias unidades de la Policía. Se ha hecho un procedimiento legal, procedimiento que no tiene nada de irregular. El vehículo que fue intervenido por apristas es un vehículo táctico de monitoreo de imágenes. Estoy esperando de la verificación del fiscal para que se someta a un peritaje. No tenemos nada que ocultar. Me sigue sorprendiendo esa actitud de victimizarse ante la opinión pública. En la Policía, en el gobierno de Vizcarra, no hay nada ilegal, estamos decididos a luchar contra la corrupción y esto nos indigna".

Con ello, se cayó todo el show aprista que armaron hoy con el objetivo de victimizar a Alan García, un político acusado de lavado de activos que primero dijo que iba a colaborar con la justicia pero intentó fugar del país pidiendo asilo a Uruguay y que ahora sin protección parece utilizar estrategias de victimización, pero felizmente fallidas. Quedó al descubierto.


[Foto de portada: RPP Noticias]


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