El actual presidente de la Asociación Civil Transparencia, Allan Wagner, habló este martes del cuestionado pedido de asilo diplomático del exmandatario Alan García bajo el pretexto de una supuesta persecución política que no existe, como lo dice la misma ONU, y negó que se encuentre en un dilema por haber sido ministro del último gobierno aprista.

"Se ha señalado que me encontraría en un dilema por haber combatido la corrupción desde Transparencia y varias comisiones, y haber sido ministro de Alan García. No estoy en un dilema: mi opción indeclinable es por la defensa de la democracia y la lucha contra la corrupción", escribió en Twitter.

"Yo coincido en que no hay una persecución política. Y lamento que el expresidente García haya tomado la decisión de asilarse, confiaba en que iba a allanarse al proceso tal como lo había anunciado", dijo luego Wagner en El Comercio.

Wagner, diplomático de carrera sin militancia política, también fue canciller en el primer gobierno de García (1985-1990) y desempeñó el mismo cargo durante la administración Alejandro Toledo (2001-2006). En la última gestión aprista ocupó la cartera de Defensa. Además, el expresidente aprista lo nombró agente del Perú ante la Corte Internacional de La Haya para el litigio por el diferendo marítimo con Chile.

"Le tengo agradecimiento y aprecio, eso no ha variado. Pero estas son situaciones complejas, delicadas. Lo que todos debemos procurar es actuar con mucha serenidad, dejar que la justicia haga su trabajo. En este caso, que el derecho internacional actúe".

García ingresó en la noche del sábado a la residencia del embajador de Uruguay en Lima para solicitar asilo diplomático, horas después de que el juez Juan Sánchez ordenó el impedimento de salida del país por 18 meses en su contra, medida a la que dijo se iba a allanar, con el fin de garantizar su participación en las diligencias de la investigación por las coimas de Odebrecht para ganar las obras del Metro de Lima.

El pedido de García Pérez ha sido cuestionado por la mayoría de sectores políticos y organizaciones civiles, incluso religiosos, porque busca evadir la investigación en su contra por colusión agravada y lavado de activos que le imputa la fiscalía en el marco de la trama corrupta de Odebrecht, que incluso ocultó un pago de US$100 mil que le hizo con dinero sucio de su Caja 2 por una conferencia que dictó en 2012 en Sao Paulo.

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