En octubre pasado se llevó a cabo en Viena (Austria) la vigésimo sexta Semana de la Gastroenterología. En ella un grupo de investigadores reveló los resultados de un estudio realizado en ocho personas de Finlandia, Italia, Japón, Países Bajos, Polonia, Rusia, Reino Unido y Austria: se encontraron nueve tipos diferentes de microplásticos en heces humanas, con lo cual los especialistas corroboraban la teoría de que -además de estar en peces, aves y moluscos- el plástico ya está presente en la cadena alimentaria humana. 

Este noviembre, otros científicos anunciaron que hallaron evidencias de contaminación por plástico en peces que habitan en el Amazonas (en la zona de Brasil), y resaltaron los efectos devastadores que tienen las bolsas, botellas y otros elementos que se vierten en el caudal fluvial. Más del 80% de las 172 especies examinadas tenían contenidos o restos de plástico en el estómago. De estos restos, el 27% era polietileno; el 13%, cloruro de polivinilo; el 13%, poliamida; otro 13%, polipropileno; el 7%, rayón; otro 7%, metacrilato de metilo y el 13% de una mezcla de poliamida y polietileno tereftalato.

Aunque el estudio presentado en Viena solo ha evaluado a ocho personas, los científicos -aunque cautelosos- no descartan que los plásticos finalmente llegaron al intestino humano. Lo que sí está demostrado es que la vida marina se enfrenta a un daño irreparable como consecuencia de los millones de toneladas de desechos plásticos que terminan en los océanos cada año.

Cada año descargamos en los océanos alrededor de 13 millones de toneladas, incluidas micropartículas que entran en la cadena alimenticia, y afectan la salud de todos los seres vivos.

Sesenta países han introducido prohibiciones e impuestos para reducir los residuos de plástico de un solo uso. África inició en 2017 su lucha contra el plástico. Los países miembros de la Unión Europea apoyaron recientemente las normas que prohibirán a partir de 2021 los plásticos de un solo uso para los que existen otras alternativas -como vasos, platos, bastoncillos y sorbetes para beber- e incluyen medidas para reducir la utilización de otros recubiertos con este producto. En América Latina y el Caribe se han promulgado leyes y políticas para impulsar una nueva economía del plástico y así proteger sus recursos naturales. Desde agosto pasado, Chile cuenta con la ley que prohíbe la entrega de bolsas de plástico en el comercio; es el primero en adoptar esta estricta legislación en la región. La tendencia global es esta. Gobiernos, empresas y ciudadanía apuestan por desterrar el plástico de un solo uso.

Perú no se queda atrás. El gobierno, mediante el Ministerio del Ambiente (Minam), aspira a que el país esté libre de plásticos de un solo uso en el año 2021. Durante diálogos llevados a cabo a lo largo del año en el Congreso de la República y en espacios públicos con la participación de funcionarios gubernamentales, congresistas, empresas y sociedad civil, se logró un consenso con la industria para eliminar este producto en tres años. Incluso, en el pasado mensaje presidencial de Fiestas Patrias, el presidente Martín Vizcarra resaltó la Ley Marco de Cambio Climático y la Ley que prohíbe el uso de bolsas de plástico de un solo uso

Así, con las cosas claras y consensuadas, se esperaba que en la actual legislatura el parlamento diera prioridad a la norma. Mientras tanto, el Minam ha continuado con campañas para concientizar a la ciudadanía acerca del uso responsable del plástico, a la par que empresas privadas han emprendido iniciativas para revertir el consumo de plástico de un solo uso.

Sin embargo, la Comisión de Producción, Micro y Pequeña Empresa y Cooperativas del Congreso aprobó recientemente un predictamen que proponía realizar -antes de evaluar la Ley del Plástico- un estudio socioeconómico ambiental de la industria plástica y dispone crear una comisión multisectorial. Así, a este grupo conformado mayoritariamente por congresistas de Fuerza Popular no le bastaría el consenso alcanzado previamente en otras comisiones, así como el logrado entre el Minam - principal autoridad en este tema- y los sectores involucrados.

El portafolio ha observado el predictamen y señala que “existe suficiente evidencia científica y experiencia internacional que permite regular el plástico de un solo uso en el Perú, por lo que no corresponde promulgar una ley cuya finalidad sea establecer la realización de un estudio socioeconómico”. En oficio alcanzado al presidente de la comisión -el fujimorista Angel Neyra-, la ministra Fabiola Muñoz recuerda que “el problema del plástico de un solo uso y microplásticos es de alcance global, cuya gravedad va en aumento y que requiere una respuesta nacional, regional y global que considere las particularidades del país”.

Foto: Enrique Talledo

“El Minam considera que la aprobación del referido predictamen retrasaría la adopción de políticas y medidas que son necesarias para salvaguardar el ambiente y la salud pública, pese a la evidencia científica que da cuenta de la problemática ligada a los plásticos de un solo uso”, subraya. Y añade que donde ya se han implementado normas similares se ha demostrado que la industria a nivel internacional no ha sufrido efectos negativos. “Por el contrario, en el Perú traería como consecuencia la migración a una economía circular, en el marco de la Ley de Gestión Integral de Residuos Sólidos”.

El texto alternativo consensuado, incorporado en los dictámenes aprobados en la Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos, Ambiente y Ecología; Comisión de Economía, Banca, Finanzas e Inteligencia Financiera; y en la Comisión de Descentralización, Regionalización, Gobiernos Locales y Modernización de la Gestión del Estado -elaborado bajo la asistencia técnica del Minam- recoge lecciones aprendidas de los países que cuentan con normas referidas al plástico de un solo uso. En consonancia con la tendencia ambiental mundial y con una visión hacia la economía circular del plástico.

La organización ambiental Oceana Perú coincide y afirma que el predictamen significaría “un retroceso en la reducción de la contaminación por plásticos en el país, pues pasa por alto todo lo avanzado en el proceso en el Legislativo, donde se ha logrado consenso entre diversas bancadas”.

“Nos preguntarnos las razones de fondo que pueden llevar a los miembros de esta Comisión a ignorar el consenso logrado después de casi un año de debate técnico, para pedir más estudios que, si bien siempre son bienvenidos, no deberían retrasar medidas concretas para atacar el problema hoy”, dice Carmen Heck, directora de Políticas de la organización.

Existe consenso a nivel internacional sobre el grave problema ambiental que genera la contaminación plástica, con impactos en la biodiversidad, la economía y la seguridad alimentaria. “En el Perú no son solo las organizaciones ambientales las que están a favor de esta ley. Empresas, grandes y pequeñas como supermercados, cadenas de comidas y restaurantes, se han sumado a esta iniciativa”, añade.

El debate de la iniciativa estaba programado para este martes 21, pero tras la manifestación del Minam y de diversas organizaciones civiles, se desestimó. Se espera que más bien el Pleno del Congreso dé prioridad a la discusión de la Ley de Plásticos de un solo uso. Así se respaldarán las iniciativas ciudadanas y empresariales que buscan reducir el consumo de plásticos desechables.

“Hoy ganamos, pero no podemos cantar victoria aún, necesitamos aprobar una Ley de Plásticos”, anota Heck.

 

[Foto principal: Carlos Minguell]


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