Desubicado. Al Colegio de Psicólogos de Lima y Callao se les coló un cuestionado psicólogo mexicano Everardo Martínez, criticado por sostener que la homosexualidad es una enfermedad y vinculado con el homofóbico político Julio Rosas. El último domingo, un par de personajes intervinieron en la clase de precolegiatura promocionando el taller "Primera especialización en desarrollo de la heterosexualidad", que dictaría Martínez. Este hecho fue reportado por el congresista Alberto de Belaunde, quien pidió explicaciones a la institución responsable.
Por ello, el Colegio de Psicólogos de Lima y Callao tuvo que publicar un comunicado en el que terminó por pedir disculpas a la comunidad LGTBI por las afirmaciones de este cuestionado psicólogo.
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La institución afirmó que lo manifestado por este personaje es totalmente ajeno a lo que el Colegio imparte. Precisó que Martínez no forma parte de su curso de precolegiatura.
"Nos sorprendió al no informar con la verdad sobre el tema a exponer cuando solicitó permiso para su participación en la clase".
"El Colegio de Psicólogos de Lima y Callao lamenta lo ocurrido y deslinda rotundamente de todo lo expresado por el señor Everardo Martínez y la organización que representa".
"Pedimos disculpas a la comunidad LGTBIQ+ por tal infortunio. Estamos comprometidos en la construcción de espacios de igualdad y respeto de la diversidad".
Lo que sorprende es la falta de mecanismos de selección y filtro que tiene un colegio profesional para aceptar a un expositor en una clase. Resulta muy cuestionable que no se haya investigado ni lo más mínimo sobre un expositor.
Bastaba una simple y rápida googleada para conocer las posiciones homofóbicas de Martínez, las cuales podrían ser consideradas también como ignorantes considerando que en 1990 la Organización Mundial de la Salud eliminó a la homosexualidad de su lista de enfermedades psiquiátricas y que este 2018 ocurrió lo mismo con la transexualidad.
Si bien el colegio profesional en cuestión se ha comprometido a tener más cuidado en estos temas, es necesario advertir que situaciones como estas no deben volver a repetirse, porque en un contexto de discriminación, exposiciones como las de Martínez lo único que traerían es que posiciones homofóbicas y transfóbicas se vean validadas por supuestos académicos y científicos, y respaldadas por una organización de profesionales.
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