Incertidumbre. Así se resume lo que se vive en Venezuela por la entrada en vigor este lunes del plan del régimen de Nicolás Maduro contra la hiperinflación, que el FMI estimó que superará el 1.000.000% al cierre de este año. El bolívar soberano, medida estrella del ambicioso Programa de Recuperación Económica, provocó que más comercios de lo normal permanecieran cerrados este fin de semana, tampoco había banca electrónica.
El bolívar tendrá desde ahora cinco ceros menos y estará respaldada por el Petro, la criptomoneda que creó Maduro en marzo, pero lo cierto es que la credibilidad de una divisa está en la confianza, coincidieron expertos. Así, el billete de más alto valor será el de 500 bolívares (50.000.000 de los actuales), lo que equivale a 14,7 dólares, pero con la volatilidad del mercado negro de divisas y la hiperinflación en el país, el destino inexorable es la devaluación.
"Este plan va a funcionar", dijo Maduro en un mensaje televisado el pasado viernes en un contexto en el que el alza constante y desaforada de los precios asfixia día a día a los venezolanos y dificulta la normalización de una economía sumida en una profunda crisis.
Pero para la mayoría de los economistas críticos del régimen, y para la oposición, el plan de Maduro contra la hiperinflación está destinado al fracaso. "Eliminar los ceros del bolívar es una medida cosmética(...)Lo del anclaje amerita una disciplina fiscal y monetaria que no tiene este Gobierno", el economista Asdrúbal Oliveros, director de la firma Ecoanalítica.
"Con la reconversión vamos rumbo al caos monetario, hacia el colapso del sistema de medios de pago y a la bancarrota de toda la economía", señala un artículo del periódico El Nacional.
"Para salir de una hiperinflación se amerita un programa económico amplio, pues se trata de restablecer los equilibrios económicos de un país. La hiperinflación se genera por un profundo desequilibrio fiscal y también monetario. Y en las medidas que anunció Maduro no hay nada de esto. El otro factor clave es que tienes que tener mucha credibilidad. Y de eso también carece el Gobierno", explica Oliveros en El País.
El nuevo plan socialista no solo incluye el aumento del salario mínimo en 34 veces —que ahora será de 180 millones de bolívares, unos 30 dólares mensuales— sino también un proyecto de ley sobre ilícitos cambiarios que implicaría flexibilizar el control de divisas impuesto el 2003. Esta propuesta aún debe ser aprobada en la chavista Asamblea Nacional Constituyente, presidida por Diosdado Cabello, para que adquiera rango legal.
Además, la nueva estrategia del régimen se retracta de la exclusión del dólar y del euro para hacer transacciones financieras en el mercado internacional, tal como se se anunció en septiembre de 2017 para liberarse, supuestamente, de la hegemonía de estas monedas. El gobierno socialista apuesta ahora a captar inversiones con a través de decreto que exonera de impuestos y desgravámenes a las importaciones de bienes, capitales, materia prima, insumos, maquinarias y repuestos al país.
Para el gobierno de Maduro la causa de la hiperinflación es la "guerra económica" impulsada por Estados Unidos, "las mafias colombianas" y la "oligarquía", actores a los que acusa de prácticas de contrabando y especulación para inflar los precios y obtener un beneficio desmesurado, pero la mayoría de expertos coinciden en que la causa es la mala gestión económica de Maduro, y destacan que lo que interesa a cualquier empresa es vender sus productos, no un mercado colapsado en el que la mayoría no pueda comprar casi nada por su alto coste.
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