Los casos de violencia contra las mujeres en los conflictos relacionados a actividades extractivas no son atendidos por el Estado peruano, muestra el especial multimedia 'Defensoras no están solas'.

Las organizaciones Demus, Flora Tristán, Entrepueblos, la Asociación de Investigación y Especialización sobre temas Iberoamericanos (AIETI) y la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (Cnddhh) presentan la página www.defensorasnoestansolas.com , en la que se encuentran entrevistas, reportajes e infografías que dan cuenta de la falta de garantías de justicia y protección para las mujeres violentadas en el contexto de conflictos socioambientales. Este especial tiene el objetivo de exigir al Estado peruano protección inmediata para las mujeres que han luchado en contextos de conflitividad ecoterritorial y han sufrido violencia de género.

También pone en cuestión la ausencia de registros oficiales respecto a la violencia de género en conflictos sociales. Según el libro 'Mujeres y conflictos ecoterritoriales' de Rocío Silva Santisteban, aproximadamente 10 mujeres han muerto por abuso de policías o militares entre el 2003 y el 2017 durante diversos conflictos sociales.

La socióloga Jessenia Casani (Demus) señala que lamentablemente representantes del propio Estado, como militares, policías, jueces o fiscales, también ejercen violencia contra las mujeres.

"Y ahí sumamos a otros agresores como los medios de comunicación, porque algunos medios, algunos periodistas, se coluden con estas empresas para desarrollar todas estas campañas de odio. Y allí también se suman muchos pobladores que también se alían con la mina”.

En 'Defensoras no están solas', también pueden encontrar videos en los que se explica los tipos de violencia que sufren las mujeres en situación de conflicto socioambiental, así como testimonios de víctimas y datos sobre los agresores.

Entre los casos recogidos, se encuentra el de Máxima Acuña, ganadora del Premio Goldman 2016, el máximo reconocimiento mundial a una activista ambiental. La campesina cajamarquina es conocida por oponerse a la minera transnacional Yanacocha, a cargo del proyecto Conga, ubicado cerca a su casa en la Laguna Azul, zona en la que ha denunciado ser víctima de agresiones de policías y miembros de seguridad de la compañía.

Otros casos son los de Emperatriz Bolaños y Sara Guerra, dos mujeres defensoras del agua y del ambiente en Cajamarca, que han sido víctimas de estigmatización por parte de la población por oponerse a Conga. Bolaños ha sufrido detenciones arbitrarias por parte de la Policía y Guerra, por su parte, perdió su trabajo en el Instituto Nacional de Estadísticas e Informática (INEI).

El especial multimedia 'Defensoras no están solas' ha sido producido por Hiperactiva Comunicaciones.


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