¿50 años de explotación? Desde el año 2000, los trabajadores del sector agroexportador sufren un régimen laboral especial que ellos consideran como discriminatorio. Mientras un trabajador del régimen general recibe su sueldo cada mes, dos gratificaciones en julio y diciembre, depósitos por Compensación por Tiempo de Servicio (CTS) y 30 días de vacaciones, los del sector agroexportador reciben solo su sueldo y apenas 15 días de vacaciones. 

Este régimen es una herencia fujimorista. Fue aprobado durante la dictadura de Alberto Fujimori, cuando José Chlimper era ministro de Agricultura. La Ley de Promoción del Sector Agrario (Ley 27360) se promulgó con la precisión de que iba a ser temporal, ya que su objetivo era propiciar las contrataciones e incrementar las agroexportaciones. Por ello, su vigencia fue establecida solo hasta el 2010, pero durante el gobierno de Alejandro Toledo, se amplió hasta el 2021.

Y en mayo del año pasado, se dieron las primeras señales de las presiones empresariales. La Asociación Nacional de Exportadores (Adex) afirmó que el régimen debería ampliarse hasta el 2050. En declaraciones al diario El Comercio, el presidente de este gremio, Juan Varillas, argumentó que esto era necesario para invertir más en tecnología. 

Ante ello, dirigentes sindicales de la Federación Nacional de Trabajadores de la Agroindustria (Fentagro) y la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) se empezaron a organizar para hacer frente a lo que consideran como una amenaza. Durante el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski (PPK), el diálogo fue casi nulo, pero con la llegada de Martín Vizcarra, este hasta les abrió las puertas de Palacio de Gobierno. Esta semana, se reunieron con el mandatario a quien le expusieron sus demandas.

La CGTP contó, en un comunicado, que el mandatario se comprometió a "no pedir facultades para restar derechos laborales ni prolongar las modalidades del régimen agrario y las exportaciones no tradicionales". Pero no contaban con que esa iba a ser una manera de lavarse las manos y dejarle el tema al Congreso. 

"Lo que sea urgente debe ser incluido en el pedido de facultades legislativas al Congreso, pero no podemos incluirlo todo. [Este tema] Sí, es importante; sí, es necesario, entonces hay que discutirlo, hay que hacer la propuesta y que el Congreso lo trabaje", dijo Vizcarra este domingo a Cuarto Poder.

Si bien Vizcarra dice siempre priorizar el diálogo, hasta ahora lo ha hecho adelantando opinión sobre el tema en debate. Ya lo hizo antes con la explotación petrolera en el mar del norte peruano, y ahora lo vuelve a hacer con este tema laboral. Hizo referencia a futuras reuniones entre empresarios, trabajadores y representantes del Estado, pero ante la pregunta sobre la posible extensión de este régimen laboral, respondió:

" Creemos que ha ayudado mucho el régimen agrario y que debería haber una extensión, pero eso amerita el análisis propio que debe hacer el Congreso".

 "Yo creo que ha dado muchos beneficios al desarrollo agrario-exportador, lo que queremos como Gobierno es seguir gozando de las ventajas de un régimen agroexportador que ha dado mucho beneficio al Perú y sí hay algo que ajustar, lo ajustaremos".

A fines del año pasado, LaMula.pe entrevistó a trabajadores del sector agroexportador de varias regiones, quienes compartieron sus experiencias. 

Nelson Huamán, cosechador de arándanos de la empresa Camposol en Virú, afirmó que su sueldo es bajo porque está con "una ley que nos discrimina, nos recortan los beneficios, no están nuestros sueldos completos".

"Una ley que dice ser de promoción agraria debería cumplirse en la fecha y no ampliarse más”, dijo el secretario de educación, cultura y deporte del Sindicato de Camposol (Sitecasa).

Este régimen no solo es criticado por afectar los derechos laborales, sino también por afectar al sistema de salud. Las empresas agroexportadoras tienen un trato preferencial en lo que respecta al seguro social. Mientras las del régimen general aportan el 9% de los salarios, las agroexportadoras solo 4%. Para Alexandro Saco, representante del Foro Salud, "el seguro agrario está siendo utilizado por la agroindustria". "Las empresas están evadiendo 5% que debería entrar a EsSalud, es un montón de dinero”, dijo.

Esta diferencia es, para Raúl Gavilano, trabajador de la Agrícola Chapi en Ica, la culpable de la "mala atención" que reciben los trabajadores de la agroexportación.

"Nos discriminan, no nos toman importancia, nos dan citas alejadas y tenemos que conseguir dinero para atendernos particularmente porque la empresa no nos brinda apoyo económico cuando sufrimos accidentes", contó este cosechador de espárragos, paltas y uvas.  

Una situación similar cuenta Guillermo Ochoa Campos, secretario general del sindicato del Grupo Palmas.

“Los trabajadores vamos y simplemente nos ponen una ampolla, nos mandan a trabajar y no nos dan descanso médico correspondiente como a cualquier paciente”, señala este cortador de palmas, que lleva más de 20 años laborando en la empresa en la región San Martín.

Las condiciones de trabajo en el campo son duras, ya que deben laborar a la intemperie, bajo el sol y realizar esfuerzo físico. Las consecuencias más conocidas de esto son la deshidratación y los dolores de espalda. Al respecto, un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), publicado en el 2015, da cuenta de los riesgos en la salud de estos trabajadores.

“A partir de estudios de casos, se sabe que la agricultura presenta riesgos de enfermedades ocupacionales debido a las condiciones del trabajo realizado, entre otras: las largas jornadas bajo el sol, la posición en la que realizan sus labores y el contacto constante con agroquímicos”, concluye el documento.

Walter Campos, presidente de Fentagro, dejó clara la posición de los trabajadores del campo sobre el régimen agroexportador.

"Ha cumplido sus objetivos con los empresarios, que han sacado provecho, pero nosotros no hemos avanzado, no hemos tenido un desarrollo económico y hemos dado nuestra juventud, nuestra vida”.

Con esta declaración del presidente Vizcarra, las esperanzas que tenían los trabajadores agrarios, de tener los mismos derechos que otros, se disminuyen. Incluso, el mandatario no descartó aplicar regímenes especiales como este a otros sectores, bajo la excusa siempre de "impulsar la producción" o dar beneficios tributarios a las empresas, pero no consideran a los trabajadores. El diálogo que se viene será complicado, considerando que la intención del Gobierno queda clara: ampliar el régimen agroexportador, pero ¿hasta cuándo? ¿Cuánto más hay que "promocionar las exportaciones" sin considerar los derechos laborales?

[Foto de portada: Andina]

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