Como si fuera un deber. No solo fueron los enormes cárteles en las fachadas de varios colegios públicos en Lima.

También enviaron cartas dando órdenes a los directores de las instituciones educativas.

En un comunicado difundido en redes sociales, se puede leer como una representante del Arzobispado de Lima se dirige al director del colegio Ricardo Bentín diciéndole que "deberán asistir los docentes del Área de Educación Religiosa con una delegación mínima de 15 alumnos por docente". Incluso le pide que recolecten dinero en las calles.

En otro colegio emblemático también se dieron órdenes de este tipo. En el caso de Teresa González Fanning, con el apoyo explícito del director. Vicente Peña fue entrevistado por Wayka e intentó explicar la participación en la marcha.

"Las acciones que nos llevan en el actuar diario tienen una connotación de poder pronunciarse ante una situación que ocurre en la sociedad. Naturalmente esto ha sido coordinado por el propio Ministerio de Educación y también el Arzobispado de Lima. Esta invitación ha llegado a los diferentes colegios. Nosotros somos sensibles, como colegios consideramos pertinente la participación", dijo el director, quien precisó que había coordinado con la UGEL 03.

Ante ello, la bancada izquierdista Nuevo Perú calificó como una coacción lo hecho por los organizadores de la marcha ultraconservadora y pidió explicaciones al Ministerio de Educación (Minedu).

La congresista Tania Pariona se dirigió al ministro Daniel Alfaro, a quien le recordó sobre los peligros de los fundamentalismos, que "hacen daño a los niños y niñas". "Tenemos un Estado Laico que promover y respetar", escribió en Twitter.

Un día antes de la marcha, el Minedu tuvo que publicar un comunicado aclarando que la marcha religiosa "no constituye una actividad pedagógica" conforme a su normativa y que tampoco está promoviendo una colecta pública.

"Corresponde a cada padre de familia decidir libremente si autoriza o no la participación de sus hijos o hijas en el referido evento público", se leía en el comunicado.

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Más allá de este pronunciamiento del Minedu, es necesario evitar que cosas como estas ocurran porque parece que la Iglesia Católica hace lo que quiere en las escuelas, interviene y usa recursos públicos para actividades que nacen del ámbito privado de las personas, como la religión.

Esto se produce en un contexto en el que se hace cada vez más necesaria la implementación de la educación con enfoque de género, ya que la violencia machista sigue provocando más víctimas mujeres. Este tipo de educación es rechazada por los mismos sectores conservadores que participan de esta marcha y que, por otro lado, piden pena de muerte como si eso fuera justicia.

[Foto de portada: Colegiales uniformados en la "Marcha por la vida" el último sábado en Lima / Andina]

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