El rector Orestes Cachay tiene mucho que explicar sobre lo que viene sucediendo en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), que tuvo este viernes como colofón una polémica intervención policial en la Ciudad Universitaria —con tanquetas incluidas— que fue autorizada por él, tras la toma de este lugar por parte de estudiantes que protestan contra su gestión.

El congresista Humberto Morales (Frente Amplio) ya envió un oficio al titular de la Comisión de Fiscalización del Congreso, el fujimorista Rolando Reátegui, para que convoque lo antes posible a la máxima autoridad sanmarquina.

En el oficio, el legislador Morales precisa que los temas por los que tiene que responder Cachay y el resto de autoridades de la 'Decana de América' son en principio cuatro:

i) La protesta de la Federación de Estudiantes de San Marcos porque se aprobó la implementación de los Estudios Generales sin participación estudiantil.
ii) Los problemas de infraestructura en el campus universitario y la insuficiente plana docente que han provocado que muchos alumnos aún sigan sin iniciar las clases.
iii) La toma de la Ciudad Universitaria por parte los estudiantes que dicen que no hubo posibilidad de diálogo con la rectoría.
iv) La resolución que firmó Orestes Cachay para autorizar la intervención policial en el campus universitario, la cual incluyó enfrentamientos violentos y la detención de al menos 18 estudiantes.

Denuncian agresiones

En tanto, mientras algunos despachos en directo de medios señalaban que la intervención policial no había sido violenta, un grupo de alumnos que vive en la residencia estudiantil de San Marcos denunció que la Policía los agredió y les lanzó bombas lacrimógenas durante el operativo. Las imágenes y videos que se compartían en redes evidenciaban lo contrario a lo reportado. 





Según el relato de una estudiante, ella y el resto de sus compañeros que no eran parte de las protestas fueron sorprendidos por agentes de la Policía, que entraron a la residencia por los techos, los agredieron y les lanzaron bombas lacrimógenas.  Incluso, la congresista María Elena Foronda visitó a los estudiantes en este lugar y confirmó que varios alumnos tenían heridas de perdigones en el cuerpo. "Acá hay personas discapacitadas y nos han golpeado como si fuéramos delincuentes", dijo otra alumna, citada por El Comercio. 

Así lucía la residencia estudiantil, con las ventanas rotas. (El Comercio)

La infraestructura de la residencia estudiantil quedó con daños considerables. En las imágenes se apreciaban ventanas destrozadas y hasta manchas de sangre.

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