Resulta casi imposible afirmar, ahora, que existe imparcialidad en la comisión Lava Jato del Congreso. Luego de las diligencias de allanamiento a los locales de Fuerza Popular (FP), Rosa Bartra respondió a quienes pedían su renuncia a la presidencia de esta comisión parlamentaria argumentando que ella solo se había presentado al local de Surco como militante del partido de Keiko Fujimori y que se había retirado sin intervenir.
Sin embargo, imágenes difundidas este domingo por el programa Cuarto Poder demuestran que la congresista ingresó al local, saludó a su lideresa, se identificó ante el fiscal adjunto de Lavado de Activos, Walter Villanueva, y luego empezó a grabar con su celular, de manera intimidante, a los agentes fiscales en la diligencia.
Esta diligencia fue solicitada por el fiscal de Lavado de Activos, José Domingo Pérez, y autorizada por el juez Richard Concepción Carhuancho. El motivo por el que se realizaron estos allanamientos fue el indicio que encontró el Ministerio Público de contabilidad paralela en sus finanzas de la campaña presidencial del 2011. Esto lo habría hecho Fuerza Popular para ocultar el presunto dinero recibido por la empresa brasileña Odebrecht.
Recordemos que en diciembre del 2016, se hizo público un informe de las autoridades de Estados Unidos en el que la empresa Odebrecht confesó haber pagado sobornos por 788 millones de dólares en más de 100 proyectos en 12 países del mundo con beneficios aproximados de 3 mil 300 billones de dólares.
En el caso de Perú, Odebrecht dijo haber pagado al menos 29 millones de dólares a funcionarios gubernamentales entre los años 2005 y 2014 durante los gobiernos de Alejandro Toledo, Alan García y Ollanta Humala. Ahora sabemos que la empresa brasileña también desembolsó dinero para financiar campañas electorales.
(Foto de portada: Congreso de la República)
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