Donald Trump vuelve a hacer sonar los tambores de guerra, tras la última y más provocativa prueba nuclear de Corea del Norte, que lanzó el lunes, por primera vez, un misil balístico de alcance intermedio, con capacidad para transportar una ojiva nuclear, que sobrevoló territorio de Japón, un aliado de Estados Unidos, y cayó al Océano Pacífico.
"Las acciones amenazantes y desestabilizadoras acrecientan el aislamiento del régimen norcoreano en la región y entre todas las naciones del mundo", manifestó el presidente estadounidense. "Todas las opciones están sobre la mesa", agregó en una declaración escrita, en la que subraya que Pyongyang ha demostrado "desdén por sus vecinos, por todos los miembros de las Naciones Unidas y por los criterios mínimos de conducta internacional aceptable".
La prueba nuclear del lunes es un mensaje claramente desafiante en momentos que fuerzas estadounidenses y surcoreanas realizan maniobras militares en la región, mientras que el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, la calificó como una "amenaza sin precedentes" contra su país.
En el pasado, Corea del Norte ha lanzado misiles sobre Japón, pero siempre dijo que esos misiles transportaban satélites. Hasta ahora, porque el Hwasong-12 que disparó el lunes está diseñado para transportar una gran carga explosiva nuclear de alcance intermedio, según los expertos.
"El presidente Trump y el primer ministro Abe se comprometieron a incrementar la presión sobre Corea del Norte y hacer los máximos esfuerzos para convencer a la comunidad internacional que haga lo mismo", se lee en un comunicado de la Casa Blanca.
Lo que acaba de hacer Pyongyang viola la ley internacional, explicó a la BBC John Park, del Grupo de Trabajo de Corea en la Escuela Kennedy de la Universidad de Harvard; también transgrede una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que prohíbe a Corea del Norte llevar ejecutar programas de desarrollo de armas y misiles nucleares.
"El lanzamiento del martes es quizás el más provocativo de un misil balístico que Corea del Norte ha llevado a cabo en sus casi tres décadas de pruebas de misiles", escribió Ankit Panda, de la revista The Diplomat.
El misil recorrió unos 2.700 kilómetros (1.677 millas) y llegó a una altura máxima de 550 kilómetros (341 millas) a su paso sobre la isla japonesa de Hokkaido, según Corea del Sur.
Así, por la distancia y el tipo de misil usado, parece apuntar a que Corea del Norte está en capacidad, si así lo decide, atacar el territorio estadounidense de la isla de Guam. Además estableció un precedente potencialmente peligroso que implicaría nuevos lanzamientos de misiles sobre Japón.
Además, Pyongyang ahora realiza pruebas de misiles balísticos de alcance intermedio o de alcance intercontinental cada cuatro o seis semanas, lo que implica que el programa nuclear y de armas del régimen de Kim Jong Un está avanzando a un ritmo alarmante. De hecho, Corea del Norte hizo lanzamientos este año a un ritmo inusualmente rápido, con 13 pruebas, según Seúl.
El lanzamiento del martes es también un mensaje muy fuerte y claro del régimen norcoreano para la comunidad internacional, que indica que van a seguir adelante con su programa de misiles nucleares pese a la presión internacional.
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