El ministro de Economía, Alfredo Thorne, ingresó puntual a las 9 a.m. al Palacio Legislativo para la sesión extraordinaria del Pleno que se aprobó el jueves con 81 votos, incluidos los del oficialismo.  Ya en el hemiciclo, la presidenta del Congreso, Luz Salgado, dijo que Thorne tiene 60 minutos para su exposición y que luego los voceros de cada bancada podrán intervenir por 10 minutos cada uno.

El titular del MEF empieza así a jugarse sus últimas cartas en el Parlamento, donde el ánimo de la mayoría de las bancadas de oposición es que su permanencia en el gabinete a estas alturas es insostenible, tras revelarse el audio comprometedor —grabado subrepticiamente— de un diálogo con el contralor Édgar Alarcón.

Tras saludar a los legisladores, Thorne inició su presentación reiterando algo que ya había dicho: "Les aseguro que ni mi asesor ni yo grabamos dicha conversación". y luego agregó:  "Nunca condicioné presupuesto de Contraloría al caso Chinchero".

Sin embargo, en la grabación aludida, parece condicionar el pedido de una partida adicional que solicitó la Contraloría a cambio de que el informe de esta institución sobre el aeropuerto de Chinchero salga como quería el Gobierno, lo que finalmente no ocurrió. Incluso, el titular del MEF mete en la colada al presidente Kuczynski.

Thorne alegó ante la representación nacional que lo que dijo al contralor en el citado encuentro del 17 de mayo pasado fue que trabajaran juntos para promover los proyectos de infraestructura imprescindibles en el país con un enfoque técnico y ético. "En mis 40 años de vida profesional nunca antes he tenido que lidiar con celadas ni con cuestionamientos a mi honra. Soy una persona íntegra, mi comportamiento ha sido intachable, honesto y transparente", anotó.

En otro momento de su intervención, el ministro enfatizó que "en ningún momento el presidente de la República me ha instruido pedirle al contralor nada sobre el proyecto de Chinchero". Pero el legislador Yhony Lescano duda que un ministro haya conversado con Alarcón sobre un tema que era fundamental para el Gobierno por cuenta propia. "No creo que PPK no le haya pedido a Thorne hablar con el contralor", refirió. 

En el hemiciclo, Thorne abraza a garcía belaunde, uno de los que quiere su cabaza. 

En su intervención, el congresista aprista Javier Velásquez Quesquén le pidió a Thorne que ponga su cargo a disposición. "Si el gobierno no separa a Thorne, el Congreso hará la corrección constitucional", advirtió.

Por su lado, el legislador Víctor Andrés García Belaunde también emplazó al titular del MEF a dar un paso al costado. "Así como ha venido a poner la cara, le pido que ponga su renuncia", dijo 'Vitocho' en el hemiciclo, al señalar que el audio en mención muestra un negociado.

Prepotencia naranja

En principio, la representación nacional, por imposición de la mayoría fujimorista, había aprobado una moción para que el ministro se presente el mismo jueves y que explique el contexto de la polémica conversación con Alarcón.

El oficialismo cuestionó el comportamiento prepotente de Fuerza Popular, ya que había un acuerdo previo para que Thorne se presente este viernes ante la Comisión de Fiscalización. "Es un acto de obstruccionismo", dijo en conferencia el vocero de la bancada de gobierno, Carlos Bruce. Pero las críticas también llegaron desde la misma bancada naranja, a través de Kenji Fujimori, algo que ya se está volviendo habitual.  "Aprovechando el tiempo mientras se ponen de acuerdo en el Coliseo de la República. La historia de siempre: ¿A quién se comerán los 'leones'?", ironizó en su cuenta de Twitter.

Peruanos por el Kambio también lamentó el "doble rasero" de la bancada naranja en este caso: implacable con el ministro pero condescendiente con Alarcón, sobre quien pesan graves denuncias y recaen las sospechas de grabar la conversación con Thorne de forma ilegal y luego filtrarla a los medios. "Es curioso cómo se le trata al contralor que no tiene autoridad moral para ejercer el cargo y cómo se trata a los ministros de Estado", sostuvo Bruce.

En el mismo sentido se pronunció el legislador aprista Javier Velásquez en el Pleno del jueves: "Es una vergüenza que este Parlamento no se pronuncie (sobre Alarcón). Si el ministro, por un error político, debe irse a su casa, el contralor debe ser removido del cargo por el Congreso y tengo la seguridad que el Poder Judicial demostrará que este señor es un inescrupuloso".

A estas alturas, parece obvio que el Gobierno y Thorne se han quedado con poco margen de maniobra. Si titular del MEF no deja el cargo como pide la mayoría de fuerzas políticas, su censura sería inminente.

El mismo jueves, en medio de toda la batahola, la bancada oficialista se reunió con Thorne y el primer ministro, Fernando Zavala, pero en este encuentro no se abordó sobre una eventual renuncia del ministro. "Es algo que el ministro evaluará", alegó Bruce al ser consultado al respecto.

El otro escenario es la censura, que puede plantearse directamente por un hecho grave, luego de que el ministro acuda al hemiciclo. En eso coinciden juristas y constitucionalistas. Y para la oposición, lo que revela el audio de Thorne con Alarcón es un asunto delicado que raya con el chantaje y compromete la figura presidencial.

En este caso, el artículo 86 del Reglamento del Congreso dice que la moción de censura debe presentarse por no menos del 25% del número legal de congresistas y que se debatirá entre el cuarto y décimo día natural después de la solicitud. Para aprobarse requiere del voto de más de la mitad del número legal de legisladores. Y solo el fujimorismo, con sus 72 escaños, tiene los votos necesarios para ello.

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