El expresidente del Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se defendió de las acusaciones del encarcelado empresario Marcelo Odebrecht, otrora mandamás de la constructora brasileña, que aseguró haberle dado al primero más de cuatro millones de dólares.

En una entrevista concedida a la radio Meio Norte, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) manifestó que desde hace tres años escucha de denuncias en su contra, pero hasta ahora no se muestran pruebas de las mismas.

"Para que alguien vaya preso debe haber cometido un crimen, y la policía y la justicia necesitan tener pruebas para condenar a una persona. Estoy hace tres años oyendo mi nombre, hace tres años esperando".

Lula manifestó que ya ha sido investigado "hasta en China"; y que duda "que haya un empresario en este país que pueda decir que he pedido cinco centavos para mí".

"Lo que no es posible es vivir todos los días con mentiras (...) Eso cansó al Brasil. Hay gente que hace de estas denuncias un modo de viver, y eso está quebrando el país".

El expresidente (2003-2010) manifestó que, "de ser necesario", está dispuesto a volver a ser candidato a la presidencia del Brasil, en las elecciones de octubre del próximo año.

"Mis adversarios están muy nerviosos porque me golpean hace tres años, pero en cada encuesta que sale, yo estoy al frente. Brasil no merece el sufrimiento que está teniendo, y solo tiene este sufrimiento porque tiene un gobierno que no tiene credibilidad, en el que las personas no confían".

Foto de cabecera: EFE.

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