"No hay marcha atrás. Hay un golpe de Estado continuado en el país y el pueblo se mantendrá en las calles para presionar por una salida democrática de la dictadura de Maduro". Así, con estas palabras, Julio Borges, presidente del Parlamento de Venezuela, descartó un nuevo intento de diálogo con el régimen chavista, tras la derogación de dos sentencias del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), controlado por el oficialismo, que usurparon las competencias de la Asamblea Nacional (AN), de mayoría opositora.

De hecho, el dirigente opositor llamó a mantener la movilización en las calles para presionar al resto de los poderes en el país y  lograr así una salida democrática al gobierno de Nicolás Maduro

"El pronunciamiento de la fiscal es muy importante. La FANB (Fuerza Armada Nacional Bolivariana) continúa en silencio, pero volvemos a insistir en que deben defender la democracia, como dicta la Constitución Nacional", dijo en alusión al rechazo que el intento de golpe de Estado generó en la magistrada Luisa Ortega, una histórica aliada de la autodenominada revolución bolivariana.

El presidente de la Asamblea Nacional parece estar convencido que el despliegue de opositores en las calles de Caracas surta efecto y doblegue al régimen para que convoque a elecciones generales con prontitud.

Tras una excepcional sesión parlamentaria en la plaza Luis Brión de Chacaíto, en el este de Caracas, este sábado, la oposición, con Borges a la cabeza, llegó hasta la sede de la Defensoría del Pueblo para pedir un procedimiento que destituya a los magistrados del TSJ.

El diputado Juan Carlos Requesens, durante esta movilización, anunció que la oposición acudirá a las instituciones nacionales e internacionales para restablecer el hilo constitucional en Venezuela. "Es urgente que la OEA (Organización de Estados Americanos) active la Carta Democrática Interamericana al gobierno de Venezuela. De momento no abandonaremos las calles porque hubo un golpe de Estado irreparable", subrayó.

“El daño ya está hecho”

Diversos analistas opinaron que la decisión del TSJ, de suprimir dos puntos de los fallos en las que asumía todas competencias del Poder Legislativo y le quitaba la inmunidad a los parlamentarios venezolanos, es un intento parcial de rectificar el golpe de Estado que en la práctica suponía la medida.

"El daño ya está hecho porque las primeras dos sentencias no debieron haber ocurrido nunca. Además, aún siguen intactas cláusulas igual de preocupantes", sostuvo del politólogo John Magdaleno, al subrayar que las dudas respecto de la intención del Supremo por "usurpar" las funciones de la Asamblea Nacional están intactas.
En uno de los fallos de este sábado, el TSJ aclaró una de las sentencias y suprimió el punto "referido a que la Sala Constitucional garantizará que las competencias parlamentarias sean ejercidas directamente por ésta o por el órgano que ella disponga, para velar por el Estado de Derecho". Es decir, el máximo tribunal de Venezuela le está restituyendo a la AN sus funciones.

En medio de la crisis, Maduro presidió la reunión del Consejo de Defensa Nacional de Venezuela. (reuters)


Consultado por la BBC, Benigno Alarcón, actual director del Centro de Estudios Políticos de la Universidad Católica Andrés Bello, las dos sentencias del sábado muestran "un retroceso parcial y no total" en la estrategia de "aislar a la Asamblea Nacional". Además, cuestionó que el presidente Maduro haya convocado a un Consejo de Defensa para pedirle al TSJ revisar las polémicas sentencias. 

"El Consejo no tiene ninguna competencia para servir de mediador o árbitro en un conflicto entre poderes. Parece más bien la puesta de una escenografía para mostrar que el gobierno se está tomando muy en serio el problema al punto de incluso considerarlo un problema de seguridad nacional".

Etapa crítica


Mientras la comunidad internacional debate el quiebre democrático en Venezuela, la oposición al régimen de Maduro en este país han acordado permanecer en las calles y para el martes anunciaron una marcha desde el este de Caracas hasta la sede de la Asamblea Nacional, en el centro de la capital, que territorio chavista.

En la misma línea que Borges se ha mostrado el líder de su partido, Primero Justicia, Henrique Capriles, gobernador del Estado de Miranda y excandidato presidencial, quien rechaza que mediadores internacionales insistan en una reconciliación con el régimen, explicó en una entrevista para El País desde Washington. 
"Maduro quiere un diálogo. Pero para nosotros es inaceptable la conducta, el comportamiento, la mediación del expresidente Rodríguez Zapatero. Él (Zapatero) lideró el fracaso del diálogo. No vamos a volver a un escenario fracasado. No vamos a volver otra vez a ver la misma película".

Lee también:


El Supremo de Venezuela retrocede y ya no asumirá las funciones de la Asamblea Nacional

ONU insta a Venezuela a mantener la separación de poderes entre la Corte Suprema y la Asamblea Nacional

Luisa Ortega, fiscal general de Venezuela, condena la “ruptura del orden constitucional”

Congresistas venezolanos: "Nicolás Maduro ha dado un golpe de Estado, esta sentencia es basura"