Delator brasileño de caso Lava Jato, Roberto Trombeta, reveló ante la fiscalía brasileña que, a través de contratos ficticios en proyecto Línea Amarilla o Vía Parque Rímac, la constructora OAS desvió 6.150.000 dólares para el pago de presuntos sobornos.
El desvío se efectuó entre agosto del 2012 y febrero del 2013, de acuerdo a los documentos entregados por el delator. Bajo el control del operador Alberto Youssef, el dinero salió de Lima y pasó por Chile, España, Holanda, Andorra y finalmente llegó a Suiza.
¿Cuál fue la ruta del dinero?
Trombeta señaló que la Constructora OAS Perú, representada por Leonardo Francassi Costa, firmó un contrato ficticio de consultoría técnica con la constructora chilena Andreu Ltda, representada por Juan Cristian Andreu Mata, para tranferir US$ 6.150.000 a la cuenta de Andreu.
Por su parte, la empresa chilena firmó contrato con la empresa española DSC Workshop Obras, Construcciones e Promociones y esta recibió una transferencia de US$ 5.996.250. Este dinero pasó a otras empresas: Natland Financiera y Lion's Soul Corporation, con sede en Ámsterdam y Holanda. Estas, a su vez, realizaron tres transferencias más por US$ 5.760.250, a una cuenta de Kingsfield Consulting en el Banco Privado de Andorra. Esta última cuenta estaba a cargo de Trombeta desde el 2012.
Todas estas transferencias se efectuaron el 8 de noviembre del 2012, el 10 de enero del 2013 y el 12 de febrero del 2013. Luego 14 millones de dólares llegó a una cuenta de Youssef en Suiza y los otros 8,6 millones llegaron desde OAS Ecuador.
La comisión investigadora del Congreso peruano, que fue presidido por Juan Pari, ya había detectado que en marzo del 2013 cuatro colaboradores de Youssef transportaron US$ 1.200.000 que fueron entregados a los directivos de OAS Perú.
Como se sabe, la empresa OAS desarrolla junto a la Municipalidad de Lima el proyecto Línea Amarilla desde marzo del 2009, cuando la constructora brasileña propuso la obra. Posteriormente, el Concejo Metropolitano lo aprobó con una inversión de 571.200.000 dólares y el 27 de octubre del 2009 se firmó el contrato de la concesión.
El 13 de febrero del 2013, durante la gestión de la excaldesa Susana Villarán, se firmó la primera adenda al contrato que amplió a 40 años la concesión del proyecto.
(Foto de portada: La República)
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