La creación de empleo, recuperación del patriotismo y el rearme militar son las aristas de las promesas electorales que Donald Trump planea cumplir cueste lo que cueste. Este lunes el presidente informó que los departamentos federales están realizando una propuesta que contiene la promesa de un aumento de 54.000 millones de dólares (9%) en gasto de defensa financiado en parte por recortes al Departamento de Estado, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y otros programas.
“Tenemos que empezar a ganar guerras otra vez”, alegó Trump en una reunión bipartidista de gobernadores estadounidenses en la Casa Blanca, al justificar su polémica decision, que significará uno de los mayores rearmes de la historia de EEUU.
"Este será un presupuesto de seguridad pública y seguridad nacional ", agregó, al prometer aumentos sustanciales en defensa, la aplicación de la ley y gastos de infraestructura.
El viernes había adelantado sus planes armamentísticos, en un discurso ante la élite conservadora de EEUU, en el que prometió "una de las mayores expansiones militares en la historia de Estados Unidos". En ese mismo evento, declaró:
“Soy el primero que querría ver al mundo sin armas, pero no podemos quedarnos por detrás de ningún país, aunque sea amigo. Nosotros tenemos que estar a la cabeza de la manada”.
La primera propuesta del nuevo presupuesto militar estará lista a mediados de marzo. Luego tendrá que ser negociada con las agencias afectadas y discutirse en el Capitolio, que controla la mayoría republicana, pero donde todo es sometido a la presión de los más variopintos intereses parlamentarios. En ese momento Trump, que hasta ahora ha gobernado bajo el impulso de órdenes ejecutivas, tendrá que hacer frente a su primera gran batalla legislativa.
Algunos expertos en defensa han puesto en duda la necesidad de un gran aumento en el gasto militar de Estados Unidos, que ya se sitúa en aproximadamente 600,000 millones de dólares anuales.
La Casa Blanca prepara sus planes presupuestarios sobre una previsión de crecimiento económico para este año del 2.4 %, ligeramente por encima de los pronósticos actuales, pero por debajo del crecimiento del 3 % prometido por el nuevo mandatario del país.
Los recortes propuestos por Trump ya han sido atendidos con preocupación dentro de la burocracia del gobierno federal. Funcionarios de la EPA señalaron a la CNN que muchos dentro de la agencia aún no asimilan el anuncio, a pesar de que Trump y Scott Pruitt, el Nuevo jefe de la EPA, se comprometieron a reducir el presupuesto de la agencia.
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