El Programa de Naciones para el Medio Ambiente (Pnuma) empezó este viernes la campaña mundial para eliminar, al 2022, las principales fuentes de basura en los océanos, entre las que evidentemente destaca el plástico.

Bajo el hashtag #MaresLimpios y el lema "¡Cambia la marea del plástico!", la ONU solicitó a los Gobiernos en el mundo a que cumplan con las políticas para la reducción del plástico y pidió a los ciudadanos a que abandonen el hábito de usar y botar productos plásticos "antes de que perjudique irreversiblemente a nuestros océanos".


Aproximadamente el 90 % de todos los deshechos que flotan en los océanos es plástico, por lo que la ONU exhortó a la industria a que minimice la producción de los envases elaborados con este material para diversas empresas en el globo.

Otra cifra que hay que tener en cuenta es que al año, más de 8 millones de toneladas de plástico, son lanzadas a los mares. Esta cantidad equivale a verter un camión de basura lleno de plásticos cada minuto, según datos del Pnuma, con sede en Nairobi (Kenia).

Si seguimos a este paso, es fácil predecir que en 2050 los océanos estarán repletos con más plásticos que peces, y al menos el 99 % de las aves marinas habrá ingerido plástico, según algunas estadísticas.

Los daños irreversibles se propagan. A unos ocho mil millones de dólares ascienden los perjuicios ocasionados en los ecosistemas por la contaminación del hombre, pues no solo afectan a la flora y fauna, sino también a la pesca y al turismo. 

"Ha llegado el momento de abordar el problema del plástico que daña nuestros océanos. La contaminación por este material navega ya por las playas de Indonesia, se instala en el fondo del océano en el Polo Norte y llega hasta nuestras mesas a través de la cadena alimentaria", advirtió el director ejecutivo del Pnuma, Erik Solheim, en un comunicado.

Entre los países que se sumaron a esta campaña de la ONU están Uruguay, que se ha comprometido a crear bolsas de un solo uso a finales de este año y Costa Rica, disminuirá el plástico mediante una mejor gestión de los residuos y la educación.

"Nuestro objetivo es desincentivar el uso de bolsas de plástico a través de la normativa, dar una alternativa para los trabajadores del sector de residuos y desarrollar planes educativos sobre el impacto del uso de bolsas de plástico en el medio ambiente", precisó la ministra de Medioambiente de Uruguay, Eneida de León.

En ese contexto, Edgar Gutiérrez-Espeleta, ministro de Ambiente de Costa Rica, reafirmó que su país está "firmemente a favor de la participación de todos los actores implicados en este tema, incluida la sociedad civil y el sector privado, para apoyar los esfuerzos nacionales y mundiales" en la lucha contra la basura marina.

Por su parte, la firma tecnológica Dell también ha querido unirse a esta campaña mundial y propuso reciclar el plástico de los océanos para utilizarlo en el embalaje de sus productos.

Por otro lado, las microperlas utilizadas en productos cosméticos son una fuente más de contaminación marina: cerca de 51 billones de partículas de microplástico (cantidad 500 veces superior a las estrellas que hay en la galaxia) dañan a nuestros mares y amenazan gravemente la flora y fauna marinas, según la ONU.

La ONU espera anunciar avances considerables en su lucha contra el plástico en los océanos durante la Conferencia de los Océanos que se llevará a cabo en junio próximo en Nueva York y durante la Asamblea para el Medio Ambiente, prevista para diciembre en Kenia.


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