Más de 500 firmantes, entre personas e instituciones, piden a los miembros del Grupo de Trabajo sobre Derechos Humanos y Empresas Transnacionales de las Naciones Unidas que adopte las prevenciones necesarias para la fracturación hidraúlica o el fracking, un tipo de actividad extractiva en la industria petrolera.

"Nos contactamos con ustedes para transmitirles una creciente preocupación mundial que afecta a la plena realización de los derechos humanos debido a la evolución de una actividad empresarial de alto riesgo social y ambiental llamada fracturación hidráulica", dicen en un comunicado.

Explican que la fracturación hidráulica o el fracking "consiste en perforar al suelo e inyectarle agua, sílice y productos químicos tóxicos a niveles profundos de la geología (en piedras de esquisto) a muy alta presión, con el fin de abrir grietas en el esquisto, lo que libera el petróleo y el gas atrapados en el roca".

Resaltan que el fracking "emplea cantidades voluminosas de agua dulce" de hasta 20,000,000 litros de agua por pozo y que genera grandes cantidades de residuos tóxicos líquidos "para los que no existen instalaciones de tratamiento y eliminación segura y adecuada". Los residuos de esta actividad se descartan mediante la inyección en pozos bajo tierra y a veces esta agua contaminada genera retornos a superficie contaminando el agua del subsuelo, advierten. "Todos estos procesos generan grandes riesgos para el ambiente y para las personas", afirman.

Las organizaciones señalan que "desde que empezaron las preocupaciones por las operaciones de fracking durante la última década, han aparecido más de 600 estudios científicos y miles de informes periodísticos que han demostrado que la fracturación hidráulica provoca impactos adversos significativos".

"Estos incluyen la contaminación del agua y del aire, terremotos, deforestación, la contaminación de aguas superficiales y subterráneas por químicos utilizados en el fracking, hidrocarburos, residuos de petróleo y residuos radiactivos, así como cicatrices en la tierra", afirman.

Recuerdan también que la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) y científicos independientes han identificado más de 1.000 ingredientes químicos utilizados como fluidos de fracturación hidráulica, que se inyectan en el suelo.

"Evidentemente, los impactos de la fracturación hidráulica coloca prácticamente a todos los derechos humanos en situación de riesgo, incluyendo el derecho a la salud, el derecho al agua, el derecho a la alimentación, el derecho a la tierra, el derecho a la propiedad, y a un medio ambiente sano, el derecho a la libre determinación, al trabajo, a un nivel de vida digno, y el derecho al acceso a la información y al acceso a la justicia, así como a la libertad de expresión y participación. Inclusive, el derecho humano más esencial y más básico, el derecho a la vida está en riesgo por las operaciones de fracturación hidráulica", sostienen.

Por ello, los 511 firmantes, entre los que destacan Josh Fox, director de Gasland; Jorge Daniel Taillant, Director de Gasland Director Ejecutivo CEDHA/CHRE; y Paloma Munoz Quick, Asesora en Empresas y Derechos Humanos proponen al Grupo de Trabajo de la ONU lo siguiente:


- Adoptar un enfoque preventivo sobre la fracturación hidráulica y teniendo en cuenta la información ya ampliamente disponible y documentada sobre los impactos en la salud y en el medio ambiente de la actividad, emitir una declaración de preocupación sobre los impactos potenciales de las operaciones de fracking a los derechos humanos; 

- Colaborar con los Estados, con académicos, con el sector de petróleo y gas, con organizaciones de  derechos humanos y con otros grupos interesados, a identificar las cuestiones pertinentes de derechos humanos implicadas por operaciones de fracturación hidráulica; 

- Colaborar con socios afines y buscar ayuda para elaborar un informe sobre las implicancias para los  derechos humanos, los riesgos y los impactos de la fracturación hidráulica; 

- Colaborar con especialistas para el desarrollo de materiales de orientación para los Estados y para  las empresas de petróleo y gas, para considerar de forma adecuada los impactos en los derechoshumanos y realizar evaluaciones antes, durante y después de cualquier operación de fracturación hidráulica prevista o en curso; 

- Invitar a que grupos de interés envíen información respecto a sus experiencias con la fracturación  hidráulica, incluyendo presuntas víctimas individuales y comunitarias de las operaciones de fracking para informar al Grupo de Trabajo en cuanto a sus preocupaciones sobre los riesgos de derechos humanos reales, potenciales o supuestos y los impactos causados por operaciones de fracturación hidráulica.


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