Era su cuarto día como presidente de la primera potencia mundial y una serie de decretos y decisiones mantenían la atención de todo el mundo. El lapicero entre sus dedos dibujaron aquella firma que puso en vigencia la llamada Política de Ciudad de México ('Global Gag Rule'), la cual pone fin al financiamiento a las organizaciones no gubernamentales (ONG) que promuevan prácticas abortivas como parte de sus servicios de planificación familiar.
La fecha en que Trump firmó esta orden ejecutiva no era cualquiera: coincidía con el 44 aniversario del caso emblemático 'Roe vs. Wade’, en el cual la Corte Suprema estadounidense reconoció el derecho constitucional de las mujeres a abortar. Pero lo cierto es que no se trata de una prohibición nueva. La norma que prohibía a EEUU destinar recursos a las ONG en mención se aprobó por primera vez en 1984, bajo el mandato del expresidente Ronald Reagan. Se llamó la ‘Política de Ciudad de México’, porque se concretó durante una reunión de la ONU realizada en esa urbe azteca.
Esta ley ha sufrido cambios y rescisiones en distintos momentos, según el partido que estaba en el poder. En 2009, el entonces presidente restringió el financiamiento y lo destinó solo aquellas ONG con programas a apoyo para el acceso a la anticoncepción y la atención posterior al aborto.
Ahora, con Trump, el recorte sería total, porque el decreto referido a la prohibición para el uso recursos de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional no hace excepciones.
Al respecto, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, dijo que el magnate se ha mostrado en más de una oportunidad como un "presidente 'pro-vida'" y, por tanto, esta decisión no debería sorprender a nadie.
La prohibición podría afectar a 27 millones de mujeres que reciben servicios anticonceptivos en todo el mundo, gracias a los recursos que destina a EEUU anualmente, que superan los 500 millones de dólares.
Además, de acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 21,6 millones de mujeres abortan de manera clandestina cada año en todo el mundo. Esto provoca que la tasa de mortalidad materna sea alta (bordea el 13%) .
(Foto de portada: El País)
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