No debería sorprender el rechazo que genera en los peruanos el Congreso, porque sus miembros hacen méritos más que suficientes para que así sea. Pero la última encuesta de GFK, difundida este domingo, se da en un contexto en que la mayoría aplastante fujimorista que controla el Parlamento ha convertido este poder del Estado en su reducto, en casi su chacra, en donde se censura a un ministro -Jaime Saavedra- sin argumentos, con matonería y por intereses subalternos; en donde se hace un festín con nuestros recursos, con compras ni austeras ni transparentes; y el cual se ha vuelto una agencia de empleos para militantes del partido de Keiko Fujimori.
Este Congreso es desaprobado por el 64% de peruanos, de acuerdo con el estudio de opinión nacional urbano rural que publica La República, realizado entre el 10 y 13 de diciembre. La cifra creció en cuatro puntos porcentuales en diciembre, respecto del mes anterior, mientras que solo el 25% aprueba la labor legislativa.
A esto se suma la alta desaprobación que tiene la gestión de la presidenta del Parlamento, la fujimorista Luz Salgado Rubianes, quien pasó de 42% a 48%, seis puntos más que en noviembre. La legisladora que jura que su gestión es austera y y transparente, pero que los hechos y cifras desmienten, tiene un mayor rechazo en los sectores A/B (57%) y C (53%). Solo el 27% de encuestados respalda su gestión.
Relación conflictiva
Otro resultado que refleja la coyuntura actual de tensión y confrontación entre el Legislativo y el Ejecutivo -que tuvo como colofón la anunciada censura del jueves último a Jaime Saavedra a manos del fujimorismo, aunque el estudio se hizo dos días antes de que se perpetrase esa arbitrariedad- es ese 42% de la población que sostiene que la relación entre ambos poderes del Estado es conflictiva, cifra que sube al 47% en el nivel socioeconómico C.
Pero en esta dinámica de choque nadie gana. El presidente Pedro Pablo Kuczynski bajó cinco puntos porcentuales este mes y su aprobación alcanza el 46%, mientras que el 44% lo desaprueba. El respaldo a su gestión se ha visto mermado tanto en Lima (43%) como en provincias (48%), salvo en el sur y el oriente del país, en donde mantiene un alto apoyo, 58% y el 61%, respectivamente. Por nivel socioeconómico, el desencanto presidencial se acentúa más en los sectores C (45%) y D/E (46%); su gestión es bien vista en el nivel A/B (65%).
"El gobierno ingresa a una etapa donde tiene que revisar su estrategia general. No es un asunto solo de defender ministros o específicas políticas de Estado. Finalmente, solo la mitad de la población estaba enterada de la propuesta de censurar a Saavedra", sostiene el gerente de GFK, Hernán Chaparro.
Para el analista, PPK tiene que repensar la forma en que se viene relacionando, uno, con el fujimorismo, que primero saca a un ministro de forma prepotente e injustificada, y luego acepta conversar; dos, con la ciudadanía, pero sin perder de vista que solo una quinta parte votó por él en la primera vuelta; y tres, con un conjunto de poderes fácticos.
"Creer que los resultados económicos son lo único o más relevante para la población es un gran error. Los mismos demorarán en llegar y no mostrarán un espectacular avance", agrega.
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