"Los problemas de salud mental no son la locura, y la locura no es agresividad". Ese es el mantra que aflora siempre que se habla con un especialista de este tema. ¿La razón? Nuestra sociedad entiende poco de estos padecimientos y -por lo que señalan algunos expertos- ese es el mayor problema: el desconocimiento alimenta la intolerancia.
Según cifras del Instituto Nacional de Salud Mental (INSM), 5 millones de peruanos sufren algún tipo de trastorno mental. El 26% de los limeños los ha sufrido alguna vez. De todos ellos, más del 80% no recibe la atención especializada que requieren.
Al referirse a las enfermedades mentales, la Defensoría del Pueblo menciona a las personas que las sufren como “un grupo especialmente vulnerable debido a los prejuicios sociales existentes y a la falta de su reconocimiento como sujetos de derechos”.
El doctor Aitor Castillo, ex presidente de la Asociación Psiquiátrica Peruana, concuerda con esta aseveración: "hay un problema de estigma social con estos padecimientos y no se está tratando de integrar a todos los sectores como se debería para buscar su solución".
¿Qué sectores deberían participar en esta búsqueda? Para Castillo, los más requeridos serían los de Educación y Seguridad. "Se tienen que educar mejor sobre este tema desde las escuelas. Y las fuerzas policiales y militares también deben estar capacitadas. Al no comprenderse el problema, se maltrata a la gente."
"Los problemas de la salud mental no van por el tema de los avances médicos o de disponibilidad de servicios", agrega. "Nosotros tratamos estos problemas como los problemas de cualquier órgano, solo que el órgano en cuestión es el cerebro, y eso no se considera".
El psiquiatra también sugiere que la falta de civismo en nuestra convivencia enerva estos problemas. "El tránsito, el ruido, la falta de respeto, la corrupción rampante en todas las instituciones. Todo este contexto agresivo en el que vivimos afecta la salud mental de todos" dice.
En cuanto a cómo ve el panorama del cuidado y tratamiento de la salud mental en el Perú ahora, Castillo señala que estamos en "una etapa de mucha retórica y buenas intenciones, pero de pocas mejoras prácticas. En términos de psiquiatría estamos bastante bien, para cosas básicas sí hay servicios. Pero faltan recursos".
Estas observaciones, relativamente positivas, contrastan con el 80% de las personas que sufren trastornos mentales y no reciben atención especializada. Castillo discrepa con varias de estas cifras: "la culpa de esa poca asistencia no la tiene el sistema de salud. Eso pasa en todo el mundo y es culpa de la estigmatización de la enfermedad. Nadie las quiere reconocer", aclara.
A pesar de su relación directa, los problema de la salud mental no son simplemente los problemas de las enfermedades mentales. Es un tema que atañe a todos, y cuya solución implica mejoras de toda nuestra sociedad.
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