Uno de los temas más comentados en los medios de comunicación especializados en finanzas ha sido el desplome -en dos minutos- de la libra esterlina. La cotización de la moneda británica pasó de US$1.26 a US$ 1.18 (luego se recuperaría y llegaría a US$ 1.24), lo que constituyó el mayor deceso tras los resultados de referéndum que fue favorable a la salida de Gran Betraña de la Unión Europea (Brexit). Aquella vez la divisa bajó en un 11%.
No hay que olvidar tampoco que el miércoles, la libra cayó a US$ 1.26, su nivel más bajo frente a la moneda estadounidense desde 1985.
Tras conocerse la noticia, las especulaciones comenzaron. La que cobró más fuerza, por evidentes razones, fue el Brexit. Los antecedentes inmediatos favorecen esta postura.
The Wall Street Journal recuerda que la libra esterlina ha caído desde la semana pasada a raíz de las declaraciones de Theresa May, primera ministra británica. Ella confirmó que su país iniciaría -en marzo del 2017- el periodo de negociación de dos años para la salida de la Unión Europea.
Reuniones que todos los especialistas prefiguran como tensas. En esa línea, muchos inversionistas -señala el medio estadounidense- consideran que May enfatizará "una clara ruptura con el bloque en desmedro de contar con un acceso irrestricto al mercado común europeo, una de las grandes preocupaciones de los inversionistas"
Existen, sin embargo otras teorías. Una de ellas sostiene que la caída se debió a una falla en el algoritmo (programas informáticos diseñados para operar en los mercados de forma automática y que pueden reaccionar mucho más rápido que los humanos). La BBC recuerda que estos instrumentos "lanzan órdenes automáticas cuando pierden determinados niveles" y pudieron haber reaccionado a los informes negativos del Brexit con la orden de vender, lo que ocasionó que se amplifique los movimientos a la baja.
Un fenómeno similar sucedió el año pasado con el dólar neozelandés que se hundió 9% en un cuarto de hora para recuperarse poco después. Tampoco se descarta el fenómeno conocido como 'fat finger' (un operador ingresa un número equivocado en un sistema informático). Esta podría considerarse como la hipótesis más ingenua.
Otra de las causas que se ha considerado tiene como protagonista a François Hollande. El presidente de Francia manifestó que la Unión Europea debe ser "firme" en las negociaciones con el Reino Unido.
"Si no somos firmes, se cuestionará el espíritu mismo de la UE y 'otros países o partidos' podrán estar tentados de salir de la Unión para obtener 'supuestas ventajas'", dijo en clara alusión a la palabras de May.
Posiblemente, el mandatario hacía alusión a una mayor transparencia. No obstante, la traducción habría jugado en contra.
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