Con todas las encuestas en su contra de cara a la elección de noviembre, Donald Trump parece decidido a cambiar de estrategia y empezó a suavizar su discurso racista y xenófobo con que el fue nominado como candidato a la Casa Blanca del Partido Republicano y que su rival, la demócrata Hillary Clinton, busca explotar.
Al parecer, así piensa afrontar los dos meses que vienen, en los habrá debates cara a cara y en los que los indecisos determinarán la contienda electoral en EEUU, pero la gran pregunta es si esto le funcionará y si el electorado le creerá. Para muchos analistas, todo lo que Trump propugnó desde que inició su aventura política y su historial discriminatorio lastran su candidatura de una manera casi irreversible.
Así y todo, en Fox News, Trump dijo que podría variar su promesa de campaña de deportar a los 11 millones de inmigrantes indocumentados que se encuentran en ese país, y dejó entrever algún tipo de legalización para estos. "No habrá amnistía, pero vamos a trabajar por ellos", dijo.
Luego habló de su propuesta estrella, de la construir un muro en la frontera con México, para evitar el ingreso a EEUU de "violadores" y "criminales", como llamó a los inmigrantes al inicio de su campaña electoral. Incluso, Trump dijo que ese muro tendrá ahora "hermosas puertas".
"Es preocupante, después de todas las cosas que Donald Trump ha dicho, que parezca estar en plena metamorfosis", dijo Jeb Bush, rival del magnate en las primarias republicanas. De hecho, Trump hizo suya la propuesta de Jeb Bush de limitar las deportaciones a los indocumentados con antecedentes criminales.
"Me encuentro a diario con miles de personas y me dicen: Señor Trump, yo lo amo, pero tomar a una persona que lleva a aquí 15 ó 20 años y sacarlo a él y su familia es muy duro", decía el magnate en la entrvista con Fox News.
El congresista ultraconservador de Iowa Steve King declaró en una entrevista con ABC News que los matices en el discurso de Trump sobre inmigración le pueden restar el apoyo de su base dura de votantes, aquellos que en los mítines le gritan "construye el muro".
"Traicionar a su base y dejar claro que, un año después de empezar su campaña, todavía no sabe qué quiere hacer en materia de inmigración, es realmente el colmo", señaló por su lado Mark Krikorian, del Center for Immigration Studies.
Lo cierto es que Trump está en una encrucijada, porque si no amplía su base de votantes, su derrota electoral es casi segura. Solo con el voto de blancos, de baja formación y ámbito rural, es matemáticamente imposible que le gane a Clinton.
Por ello, el otro guiño que ha hecho el magnate es a los afroamericanos, grupo a los que plagó, en sus discursos recientes, de estereotipos raciales como que los negros son pobres, tienen una educación baja y viven en barrios peligrosos que solo él, como presidente, podrá mejorar.
(Foto de cabecera: NYT)
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