¿Basta la tecnocracia para que el presidente Pedro Pablo Kuczynski lleve adelante los proyectos que tiene en mente? ¿Cómo deberá comportarse ante la oposición fujimorista en el Congreso? Los politólogos Iván Lanegra y Paolo Sosa respondieron estas y otras interrogantes en una conversación en LaMula.pe con el antropólogo Javier Torres.
Para Lanegra, la implementación de los proyectos que tiene Kuczynski tienen distintos grados de complejidad y de exigencia presupuestal. Y explicó tres niveles:
"Un primer nivel que hay que evaluar, es cómo se financiarán los programas. No todo el gasto puede ser público, algunos de los proyectos pueden ser financiados mediante recursos privados. Este nivel va a implicar ordenar las finanzas y ver de dónde van a salir los recursos", afirmó.
"Un segundo nivel tiene que ver con el diseño específico de las políticas porque muchas de ellas requieren de Estado, de capacidades previas para poder llevarlas a cabo a la velocidad necesaria para cumplir las metas de los cinco años. Kuczynski hace una advertencia al respecto al decir que quizás es muy ambicioso y resalta que los proyectos de inversión demoran", explicó.
"La tercera dimensión son los actores con los que se tienen que negociar estos temas, que puede ser en el Parlamento cuando se requieren leyes, ahí el anuncio de pedir facultades una vez que se presente el Consejo de Ministros", señaló.
Además, explicó cómo sería en el caso de los conflictos. "Hay otro tema que tiene que ver con negociaciones sociales, por ejemplo en el tema extractivo, al decir que él mismo irá y hablará con la gente para que avance", señaló.
Lanegra sostuvo que "todas estas arenas de implementación requieren de recursos humanos y políticos distintos". "La pregunta es si ya están los equipos para hacer eso", afirmó.
Precisó además que la primera dimensión es económica y que le corresponde al Ministerio de Economía y Finanzas hacerse cargo; que la segunda dimensión es más sectorial y requerirá que "cada uno de los ministerios arme su equipo". "La tercera dimensión es más política, se trata de saber quienes serán los interlocutores o voceros que van a hacer ese trabajo en el gobierno", agregó.
Sosa, por su parte, comentó la relación de Kuczynski con Fuerza Popular. "El discurso de hoy, y en general toda la ceremonia de hoy, ha sido de un talante republicano, pero además muy conciliador, no ha abierto ningún tipo de discusión con ninguna fuerza de oposición", sostuvo.
El politólogo recordó la toma de mando de Ollanta Humala, cuando juró por la Constitución de 1979 y provocó la protesta de los fujimoristas. "Hay diferencias saltantes, hay una lectura de que es necesario llevarse bien con la oposición, pedirle una serie de compromisos para avanzar las políticas que son bastante ambiciosas", señaló.
"Lo interesante es entender el comportamiento del fujimorismo frente a esta extensión de mano que ha hecho PPK. Hay algunos gestos que se están resaltando muy fuerte, que no se hayan parado, que no han aplaudido, pero podría haber sido mucho peor, el fujimorismo dentro de todas las patanadas que hace de vez en cuando está comportándose de manera más o menos responsable, no han abucheado ni dados carpetazos, y si bien Keiko no se acercó a saludar personalmente al Presidente, tampoco han cuestionado la legitimidad de la elección de Kuczynski, hay un ánimo mucho más calmado del que esperábamos", afirmó Sosa.
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