Sergei Eisenstein es una de las figuras puntales del cine mundial y uno de los artistas revolucionarios más grandes de lo que fue la Unión Soviética. Su obra -incontestablemente- obra más importante, El Acorazado Potemkin (1925) dio al cine un giro de 360 grados, al lograr introducir de una manera efectiva las teorías de montaje con las que Eisenstein estuvo experimentando por años.
El cineasta señalaba que la labor principal del director era hacer que el espectador sea sometido a estímulos de acción psicológica y sensorial, por medio de 'mecanismos de montaje', osea de transposición de escenas, con el fin de provocarle un choque emotivo. La famosa escena de los escalones de Odessa, aquí presentada, ejecuta perfectamente lo que Eisenstein teorizaba.
Tras años de éxito como uno de los emisarios artísticos más importantes de la revolución rusa, Eisenstein cayó en desgracia al ser sus ideas consideradas 'ajenas al realismo socialista' que requería la URSS de sus artistas. El ruso viajó así a EEUU, donde era considerado un visionario, para trabajar en los estudios de Hollywood, pero de nuevo su visión chocó con la de los productores capitalistas.
Es así como, financiado por el escritor socialista estadounidense Upton Sinclair, viaja a México y empieza a trabajar en lo que envisionaba como una épica sobre el espíritu de ese país.
Eisenstein quedó maravillado con la cultura e historia mexicana, y propuso crear una saga de 6 entregas (desde el periodo prehispánico hasta la revolución zapatista), luego se terminó definiendo en un solo filme con 4 partes. Lamentablemente, muchas dificultades y problemas presupuestales aparecieron y el proyecto fue abandonado a pesar de que se habían filmado casi 50 horas de material.
Muchos años después de su muerte, en 1979, su asistente de dirección en esta aventura, Grigori Alexandrov, editó todo el material filmado y creó una versión tratando de ser lo más fiel a los 'storyboards' que Eisenstein había creado. Esta versión del proyecto original del 'padre del montaje moderno' se llama '¡Que Viva México!' y es una maravilla, como se puede ver en el video adjuntado debajo.
La película, como lo que prometía Eisenstein en sus primeros bocetos, enfoca las más resaltantes tradiciones mexicanas, pasando por referencias precolombinas y haciendo énfasis en su culto a la muerte. El Festival de cine 'Al Este de Lima' nos ofrece entre sus actividades la oportunidad de ver este clásico este martes 7 de junio a las 7:00 pm en la Huaca Pucllana. La obra es de cine mudo, así que será musicalizada por los artistas electrónicos Patricio Crespo y Veronik. Una fecha infaltable.
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