Salomón Lerner Febres (Lima, 1944) es un reconocido filósofo y ciudadano comprometido con la defensa de los derechos humanos (actualmente es el director del Instituto de Derechos Humanos de la PUCP). Sin embargo, tiene también una faceta melómana. El amor por la música lo ha llevado a ser uno de sus difusores principales desde su cargo de presidente del consejo directivo de la Sociedad Filarmónica de Lima (SFL). 

Sentarse a conversar, sobre música clásica, con el experimentado docente y analista político significa acercarnos a nuestras emociones, las mismas que un piano, violín o mandolina reavivan y tiemplan al punto de dibujar una marca imborrable en nuestra memoria. 

Para nuestro entrevistado, este arte está ligado con el desnudamiento simbólico de uno mismo, la posibilidad de entendernos, pero también de explorar nuestra historia, ligarnos con un mundo que, por avatares de la cronología, no hemos vivido pero que igual nos pertenece. 

En la conversación que Lerner Febres tuvo con LaMula.pe, el docente ahondó en estas reflexiones y, por supuesto, compartió con nuestros lectores algunos de los nombres de los músicos extranjeros y nacionales que tocarán en Lima durante la Temporada 2016 que empieza este 22 de abril (puedes ver la lista de los conciertos aquí).

Fotos: Andrea Jibaja

¿Por qué la música clásica es importante para la sociedad?

Yo le haría una pequeña corrección a la pregunta y la plantearía así: ¿por qué la música es importante? Porque, en fin, mucha de la música que llamamos clásica no lo fue en su tiempo. Entonces, la música, la buena, es importante porque, a través de ella, nos acercamos a una serie de contenidos que son inefables, que no entran en palabras. Ni los mejores poetas o novelistas pueden decirle lo que se siente escuchar la Novena Sinfonía de Beethoven. Una cosa es leer y otra escuchar esa orquestación que hizo. La música es importante porque nos ayuda a sentirnos más plenos. Nos pone en contacto con cosas muy valiosas y que, sin embargo, no tienen otro camino que el ritmo y la melodía, así como la pintura tiene su propios caminos (el color y las formas). Es una manera de retratar el mundo y de acompañarlo bellamente.

Hace 27 siglos existieron los pitagóricos que sostenían que todo se reducía a los números. Y que en función de las distancias que existían entre los planetas, cada uno emitía un sonido y lo que finalmente generaban era una sinfonía celestial, la armonía celestial. Cuando se preguntaban "¿por qué no la escucho? ", la respuesta era la siguiente: "No la  escuchas porque siempre lo estás haciendo, si dejaras de hacerlo te darías cuenta".

Y en ese contexto, ¿qué función cumple la Sociedad Filarmónica de Lima?

El nombre lo dice de alguna forma. Filarmónica significa que hay filia frente a la armonía de la música. Filia es amor. El sentido de la SFL es agrupar a las personas que aman la música, que entienden que esta, de alguna manera, nos mejora la vida o nos enseña cosas que de otra forma no descubriríamos. Y que esto no es, ni debe ser, patrimonio de unos pocos. Yo le diría que es un derecho humano. El escuchar la música, el gozar y sufrir con ella. Si usted escucha a Mozart en determinadas circunstancias le va a ofrecer ciertos mensajes. Forma parte de nosotros. Uno puede identificar una melodía con una persona determinada. Hay personas que no lo aprecian mucho pero es que, como todo proceso humano, existe un periodo de aprendizaje, y creo que la SFL sirve para eso. Para dar a conocer la música clásica a quienes aún no la aman. 

Teniendo en cuenta lo que ha mencionado, ¿por qué cree que existen tantos prejuicios en torno a la música clásica? Algunos la consideran exclusiva de una élite social y económica.

Ahí hay ciertas circunstancias históricas que, aunque no constituyen lo esencial, han deformado el lugar y el sentido de la música. En la época de las monarquías, se asoció la música clásica y a sus intérpretes con las cortes. Esta circustancia  no significa que las personas no deseaban esta música sino que no pudieron escucharla. Creo que esta toma de distancia viene de la impaciencia. A veces, hay que escucharla más de una vez. No todo entra como una canción de The Beatles. 

Como cuando nos enfrentamos a la lectura de un poema…

Exacto. Y al cual se le va descubriendo sentidos diversos en cada lectura o cada vez que lo escuchas. Es inagotable.

Además la interpretación de un poema leído a los diez años difiere de la hecha a los treinta años.

Claro. Y, a veces, cuando tienes treinta, revives tu lectura infantil pero ya como un hombre maduro. Nietzsche decía que era la mayor de las artes, la que expresa mejor la creación. La escultura requiere espacio, la música solo necesita de un alma grande que quiera escuchar y otra que quiera expresarse. Resulta maravilloso, además, escuchar una melodía y saber la nota que va a venir. Se vuelve cómplice.

¿Cómo ha avanzado la educación musical en nuestro país?

Creo que si hay mejoría y esta se debe a los esfuerzos privados mas no tanto a una preocupación pública. De hecho, ya sabemos que nuestra enseñanza, dentro de las mediciones mundiales, no es la mejor. Pareciera que nuestras autoridades educativas y nuestros docentes no lo entienden. Antes había un curso de música en los colegios y se vinculaba lo que se enseñaba con una pieza musical. No hay dentro de los programas escolares, dentro de la instrucción pública, nada que invite a los chicos, no digo a aprender, sino a escuchar música. 

 Por ejemplo, nunca me voy a olvidar que en clase de Historia Universal nos quisieron explicar cómo Napoleón Bonaparte quiso invadir Rusia y le fue pésimo debido al 'General Invierno'. Luego nos dijeron: 'escuchen la Obertura de 1812 de Pyotr Ilyich Tchaikovsky'. Ahí uno podía ‘ver’ entrar los franceses en Rusia. Al fondo se escucha La Marsellesa, el himno ruso, los cañonazos y luego el himno francés se va apagando. Después se escuchan las campanas de triunfo de los rusos. Jamás en mi vida me voy a olvidar de ese episodio de la Historia. La música es hermosa. 

¿Y qué opinión le merece el proyecto Sinfonía por el Perú desarrollado por el tenor nacional Juan Diego Flórez?

Me parece excelente y merece todo nuestro reconocimiento. Yo estoy convencido de que hay muchísimos jóvenes cuya vocación musical está quedando frustrada. El otro día, entrando en la universidad, escuché a un chico que tocaba el violín. Estaba estudiando pero le gustaba la música. Conversamos y ahora está dedicado solo a la música. Yo estoy ayudando un poco por ahí y hasta hablé con sus padres porque ellos querían que estudie una carrera más tradicional como administración. 

Hablemos un poco de la temporada que ha preparado la SFL para este año ¿Cuáles son sus expectativas?

Queremos, en pocas palabras, que siempre haya buena música. En ese sentido hacemos esfuerzos para traer a importantes artistas que, evidentemente, cobran por venir, y para lo cual necesitamos auspiciadores. En lo que se refiere a la venta de entradas tenemos un precio especial para jóvenes y personas de la tercera edad. El que no es tan joven ni tan anciano puede pagar un poquito más.

No hay que olvidar tampoco que este año cumplimos 109 años [15 de agosto]. Ese día tendremos un concierto excepcional con la Orquesta FIlarmónica de Israel, dirigida por Zubin Mehta, y que es considerada una de las mejores del mundo. Y luego vamos a tener una temporada sinfónica, en el Gran Teatro Nacional, que ya empieza [30 de abril] con la Orquesta Nacional del Estado de Siberia con su director Vladimir Lande y el pianista Andrei Gavrilov. También vendrá la Orquesta de Cámara de Basilea con el violinista Daniel Hope [7 de mayo] que es maravilloso. Posteriormente llegarán los Virtuosos de Praga [14 de junio] y los Solistas de Tel Aviv con Mischa Maisky [10 de setiembre] uno de los mejores chelistas del mundo.

Cuéntenos un poco del programa 'Al encuentro de músicos nacionales' que en el 2016 tendrá su segunda edición.

Son músicos que están estudiando fuera y los traemos aquí. Esto comenzó el año pasado y son conciertos gratuitos para todos nuestros abonados. Les damos a estos jóvenes pasajes (ida y vuelta) y un pequeño estipendio. El año pasado los llevamos a la Huacachina (Ica). Dieron tres conciertos en tres días. Este año vamos a llevarlos al Convento de Santa Catalina en Arequipa. Van a estar, entre otros, la pianista Priscila Navarro, el guitarrista Andrés Prado, y Daniel Cueto (hijo del escritor Alonso Cueto) en la flauta traversa. Yo, personalmente, recomendaría todo el programa.

Finalmente, ¿cuál sería su mensaje para los peruanos que aún no conocen la música clásica?

Les diría que se sentirían mucho más optimistas y le añadirían un poco más de sentido a su vida. Descubrirían un mundo muy hermoso que nos acerca a los otros y a la naturaleza si es que escuchamos con paciencia y respeto. El único riesgo que corren es que se envicien. Y eso sería muy bueno.

EL DATO

Para conocer más sobre los abonos de la Temporada de este año puedes escribir a informes@sociedadfilarmonica.com.pe. También puedes llamar a los siguientes números: 4457395/ 2416396.

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