El expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva ve muy cerca la amenaza de ir a prisión.

Y es que los fiscales del estado de Sao Paulo, Fernando Henrique de Moraes Araujo, Cassio Roberto Conserino y Jose Carlos Blat, presentaron esta petición después de acusar al exmandatario del delito de lavado de dinero mediante la ocultación de patrimonio y falsedad documental. 

En realidad acusan a Lula y a su esposa, Marisa Letícia, de haber ocultado un lujoso departamento triplex en una exclusiva zona de Guarujá, Sao Paulo, el mismo que fue reformado a cuenta de la empresa OAS, vinculada al escándalo de Petrobras. 

Por su parte, el expresidente niega que el departamento en cuestión le pertenezca, aunque los fiscales afirman que tienen pruebas de lo contrario. 

Cabe mencionar que el pedido de prisión preventiva no solo incluye a Lula, sino también al expresidente de OAS Léo Pinheiro, al extesorero del PT João Vaccari Neto, y a los directores de OAS Fábio Hori Yonamine y Roberto Moreira Ferreira, entre otros.

Frente a este panorama, muchos en Brasil y América Latina se vienen preguntando cuáles serían las consecuencias de este pedido de prisión preventiva y si finalmente el popular Lula podría quedar tras las rejas. 

Las probables consecuencias

Lo primero que hay que tener en cuenta es que la denuncia de la Fiscalía del Estado no considera necesariamente que Lula es un criminal. Esto solo ocurrirá si la Justicia acepta la denuncia. 

Y es que el pedido de prisión preventiva puede o no ser acatado por la Justicia. 

Los fiscales argumentan la solicitud diciendo que 'el poder que Lula tiene como expresidente de la República, hace que las posibilidades de evasión sean extremadamente simples'. 

En contraposición, el abogado del expresidente dijo que la actitud de su cliente no justificaba la medida a la que calificó de 'intento de banalización de la institución de prisión preventiva'. 

Es así que una alternativa es que la Justicia acepte la denuncia contra Lula, pero no la solicitud de prisión preventiva puesto que el juez puede determinar que no existe peligro de fuga. 

Entonces, por ahora, la denuncia no perjudica la candidatura a la presidencia de Lula en el 2018. 

El viernes, luego de haber sido conducido a la fuerza para declarar, el exmandatario anunció que planeaba seguir en la carrera por un nuevo periodo de mandato. 

Frente a ello, el coordinador jurídico de su partido (PT), Marco Aurélio de Carvalho, dijo que no podía anticipar la reacción de sus partidarios ante la solicitud de prisión:

"Nosotros habíamos sensibilizado a la militancia para que no hubiera enfrentamientos y para no ir (el domingo) a las calles. Pero con la solicitud de detención preventiva no sabemos cómo será la reacción".

Cabe indicar que en Brasil la pena impuesta para lavado de dinero va de tres a diez años de prisión más una multa, mientras que el crimen de falsedad documental conlleva una pena de uno a cinco años de cárcel además de una multa. 

(Con información de BBC Mundo)

(Foto de cabecera: EFE)