Jeb Bush, descendiente de una de las sagas familiares que más poder ha acumulado en Estados Unidos, cejó en su aspiración de llegar a la Casa Blanca, desalentado por el escaso apoyo que su propuesta y su estilo moderado y reflexivo han tenido en los votantes en las primarias republicanas.
Bush anunció el sábado su retirada tras obtener un cuarto puesto en los caucus de Carolina del Sur, un estado en el que esperaba desquitarse de los malos resultados que tuvo en Iowa y New Hampshire.
Poco más de un 8% de los votantes de Carolina del Sur apoyaron a Bush, el cual ha desentonado en una campaña llena de ataques personales y zancadillas políticas y en la que precisamente los aspirantes republicanos menos cercanos al "establishment" son los que mejor van.
Su moderación, pragmatismo y su experiencia en el ejercicio del poder no han contado para los electores e incluso alguno de sus rivales, como el hoy favorito Donald Trump, interpretó que todos esos atributos no eran mas que muestras de la falta de energía de Bush, al que cada vez que se refería a él cuando todavía era su rival por la candidatura republicana le llamaba flojo.
La pertenencia a un clan que ha ocupado un lugar central en la vida publica estadounidense en las últimas décadas es una herencia que Bush no ha podido orillar, a pesar de que en su campana, iniciada en junio pasado, se presentó simplemente como Jeb.
Al final, Jeb a secas tuvo que recurrir a su madre, Barbara, a su padre, el expresidente George H. W. Bush (1989-1993) y también a su polémico hermano, George W. Bush (2001-2009), para animar sus actos de campaña, pero ni con tales apoyos logró despuntar.
El exgobernador de Florida (1999-2007) no superó, tras años alejado de la arena política, el reto de convencer a las bases republicanas de que su ideario y programa de gobierno era el que necesita Estados Unidos.
Y el sábado abandonó la carrera presidencial con el único hito de haber superado a sus contrincantes en las recaudaciones para la campaña.
Nacido en Texas en 1953, Bush partió en la contienda como uno de los favoritos y con la ventaja de dominar perfectamente el español y tener una esposa mexicana, Columba Garnica, dos activos que teóricamente le daban un ascendente sobre la comunidad hispana.
Quizá por ello no ha parado de defender una reforma migratoria integral que regularice a los 11 millones de inmigrantes indocumentados que viven en Estados Unidos.
"Somos una nación de inmigrantes. Este no es el momento de abandonar algo que nos hace especial y único como país", decía.
Pero ese fue precisamente uno de los aspectos más criticados de su programa por sus rivales republicanos, especialmente Trump, que por el contrario propone deportar a todos los inmigrantes indocumentados y construir un muro en la frontera con México.
Bush se mostró durante la campana muy crítico con la política no intervencionista del presidente de Estados Unidos., Barack Obama, en el exterior, y cuestionó con dureza el acercamiento diplomático hacia Irán y Cuba.
Aunque en campaña arremetió contra el nuevo sistema sanitario del presidente, conocido como Obamacare, también reconoció que su partido debe proponer una "alternativa" a la población más desfavorecida que no puede pagar un seguro de salud.
Contrario al uso medicinal de la marihuana, Bush defendió el matrimonio "tradicional" entre hombre y mujer, pero se mostró siempre respetuoso con la unión de parejas del mismo sexo.
Bush puso punto final a su etapa al frente de Florida con un alto grado de aprobación a su gestión (en torno al 60%), pero en la carrera por la candidatura republicana en las elecciones presidenciales de noviembre de 2016 no ha superado un 10% de apoyo de los votantes en ninguna de las tres primarias disputadas.
En cuanto al peso de la "púrpura" que conlleva su apellido, no es menos cierto que este le ayudó sobremanera en la recaudación de donaciones millonarias para su carrera dentro del Partido Republicano por llegar al Despacho Oval.
El republicano, graduado de la Universidad de Texas en Estudios Latinoamericanos en 1973, se casó con su novia, Columba, en 1974, y poco después fue contratado por la división internacional del Commerce Bank de Texas, dirigido por Ben Love, un amigo muy cercano de la familia.
A principios de los años 80, Bush se mudó al condado de Miami-Dade, donde comenzó a trabajar en una de las principales empresas de bienes raíces del sur de Florida, Codina Group, de la que posteriormente se convirtió en socio.
Tras despedirse de la gobernación de Florida en 2007, tuvo un asiento en el consejo del fondo de inversión inmobiliario Rayonier Inc. y fue asesor en el banco británico Barclays, cargos a los que renunció en meses pasados para concentrarse en la preparación de su candidatura para las elecciones presidenciales de 2016.
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Texto de Leonor Ayala para EFE y foto de cabecera de EFE