Un equipo de científicos británicos obtuvo la autorización, la primera en el Reino Unido, para modificar genéticamente los embriones humanos. 

La investigación para la cual se aprobó la medida, tiene como objetivo identificar los genes que necesita un embrión para desarrollarse e implantarse con éxito en el útero. Es así que si tiene éxito, las aplicaciones prácticas serían muy importantes y útiles, sobre todo en los temas de infertilidad y abortos recurrentes. Al respecto, la responsable del proyecto, Kathy Niakan del insituto Francis Crick de Londres, dijo:

“Podría encaminarse a mejorar la fertilidad y a comprender mejor las primeras etapas de la vida. La razón por la que es tan importante es que la infertilidad y los abortos son extremadamente comunes, pero aún no los comprendemos muy bien". 

La instancia británica reguladora de la embriología humana (HFEA) aprobó hoy la licencia solicitada por Niakan para usar la novedosa técnica CRISPR. Se trata de una especie de corta y pega de ADN que actualmente viene revolucionando la investigación biomédica desde su descubrimiento hace tres años. 

Niakan podrá usar los embriones donados por parejas con excedentes después de tratamientos de fertilidad in vitro, durante 14 días y solo para objetivos de la investigación, es decir no está permitido implantarlos en mujeres. 

Cabe resaltar que estos experimentos son legales en el Reino Unido siempre y cuando los embriones no se implanten en personas. Y a pesar de que la investigación no tiene estos objetivos, igualmente los científicos necesitan la autorización específica de la HFEA.

La investigación

Cada ser humano está formado por billones de células minuciosamente organizadas, pero procede de un solo óvulo fertilizado. En ese sentido, la finalidad de Niakan es comprender exactamente cómo se produce esta transformación. 

La científica ya lleva más de 10 años estudiando el desarrollo humano y su foco son los siete primeros días en los que el óvulo se convierte en una estructura de 300 células llamadas blastocisto o blástula. 

Durante este periodo de tiempo algunas células ya se especializan para desempeñar determinadas funciones. De esta manera se especula que unos pocos genes del ADN guían este desarrollo, pero no se sabe cómo lo hacen o qué es lo que sale mal cuando se produce un aborto. Al respecto, la especialista explica:

“Cuando un óvulo es fertilizado contiene material genético de la madre y el padre, que se replica idénticamente en dos células. Entre el tercer día y el quinto o séptimo, empiezan a expresar diferencias genéticas. Unas 20 células del blastocisto son las que tiene ese potencial de diferenciar. La pregunta es cómo se empieza con una célula simple y se acaba apartando a 20 células, que son las importantes. De 100 óvulos fertilizados solo 50 alcanzan la fase de blastocisto, 25 se implantan en el útero y solo 13 se desarrollan más allá de los tres meses. Si conseguimos comprender la formación del blastocisto podremos mejorar la fertilidad”.

Muchos de los genes que se activan en la primera semana después de la fertilización son únicos de los humanos, por esta razón no pueden ser estudiados e otros animales. Es así que según Niakan la única manera de comprender este proceso es editando embriones humanos. Al respecto Robin Lovel-Badge, un compañero de Niakan en el Instituto Francis Crick, refirió:

"Antes la suposición era que lo que era cierto para los ratones también sería cierto para los humanos. Pero ahora sabemos, gracias al trabajo llevado a cabo por Kathy [Niakan] y otros en los últimos años, que es probable que eso no sea cierto. Parece haber, en realidad, bastantes diferencias". 

La autorización británica supone un acontecimiento mundial, aunque un grupo de científicos chinos anunciaron el año pasado que habían logrado alterar embriones humanos para corregir un gen relacionado con trastornos sanguíneos. En ese sentido Lovell-Badge indicó:

"China tiene directrices, pero a menudo no está claro exactamente cuáles son hasta que se atraviesa una frontera controvertida. Esta es la primera vez que el asunto ha superado un sistema regulatorio verdadero y ha sido aprobado" .

La decisión de la HFEA ha sido reconocida por la comunidad científica británica. Es así que para Darren Griffin, un catedrático de Genética de la Universidad de Kent, se ha tratado de un 'triunfo del sentido común': 

"Aunque es cierto que la perspectiva de edición de genes en embriones humanos ha suscitado una serie de cuestiones y desafíos éticos, el problema ha sido tratado de una manera equilibrada. Está claro que los potenciales beneficios del trabajo propuesto eclipsan con creces los riesgos anticipados. Es un claro ejemplo de cómo Reino Unido es líder mundial no solo en la investigación del desarrollo humano temprano, sino en las ciencias sociales utilizadas para regularla y monitorizarla".

Y es que la modificación genética es un campo muy controvertido puesto que hay algunos que consideran que alterar el ADN de un embrión supone un paso que va muy lejos, al menos en el aspecto ético. Es así que cabe resaltar que muchos expertos indican que los avances en el campo van mucho más rápido que las discusiones sobre sus implicaciones morales. 

(Con información de El País)

(Foto de cabecera: rtve.es)

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