Alberto Fujimori tiene un admirador especial. Se trata del vendedor de armas Ascensión Cubas Muñoz, involucrado en un venta presuntamente irregular de armamento a la Marina de Guerra del Perú durante el régimen fujimorista. Este personaje tiene una alta estima por el expresidente condenado por corrupción y crímenes de lesa humanidad, a tal punto que lo ha visitado dos veces (el 18 de setiembre y 23 de octubre del 2015) en el penal de la Dirección de Operaciones Especiales (Diroes).
"Yo visité a Fujimori porque es el hombre que cambió el Perú. Es una gran persona que hizo mucho por el Perú, porque nuestro país era un desastre hasta 1990. A partir de 1990, todo cambió. Que no se quiera reconocer esto, es otra cosa. Pero es innegable. Por eso lo respeto profundamente", señaló a los reporteros de La República.
Pero, ¿quién este personaje? En su tarjeta de presentación, a la que tuvo acceso el citado diario, se señala que es representante de varias empresas, entre ellas, la italiana Oto Melara ¿Por qué este nombre es importante? Para responder esta preguntar hay que remontarse al 2004. Ese año, una comisión investigadora del Congreso tuvo acceso a un informe de la Marina de Guerra del Perú sobre las adquisiones que realizó está institución entre 1990 y el 2000. En ese documento se incluía el nombre de la empresa proveedora y su representante en Lima.
Según el reporte de la Armada, la empresa italiana firmó contratos, durante el gobierno de Fujimori, por más de 9 millones 914 mil dólares. Esta compañía fue que proveyó los misiles Otomat.
La comisión investigadora señaló- en su informe final- que se habían cometido irregularidades en los contratos con Oto Melara y recomendó a la Fiscalía investigar a los oficiales de la Marina que fueron parte de las negociaciones.
En total fueron cuatro los acuerdos firmados con la compañía italiana. Estos se celebraron por conceptos de repuestos, accesorios, mantenimiento y asistencia técnica para los misiles. Asimismo, en el informe de la Marina se identifica Ascensión Cubas Muñoz como Óscar Cubas Muñoz, de Ereconsa, representante de Oto Melara.
Posteriormente, en el 2006, Antonio Maldonado Paredes, por entonces procurador anticorrupción solicitó al Ministerio Público investigar los posibles actos de corrupción en la compra de material bélico a la empresa italiana en el periodo 1994-1998. El abogado de Estado justificó su pedido con el argumento de que había encontrado irregularidades en dos contratos celebrados el 23 de enero y el 24 de junio de 1995 y en dos aprobaciones del Ministerio de Defensa para la directa adjudicación en beneficio de Oto Melara por $ 4 millones (29 de diciembre de 1995) y $12 millones 885 mil 477 ( 25 de junio de 1997). En estas operaciones fueron aprobadas, respectivamente, Vícttor Malca y César Saucedo.
Maldonado, además, no tuvo dudas, en su argumentación, de que en estas transacciones también participaron Fujimori y Vladimiro Montesinos:
"Este ‘modus operandi’ es equivalente al que se ha evidenciado en los procesos de licitaciones y adjudicaciones que son materia de investigación en el Ministerio Público y Poder Judicial. En tal sentido, resulta importante investigar la intervención del ex presidente Alberto Fujimori Fujimori y de su ex asesor Vladimiro Montesinos en el dominio de los actos de corrupción, en los procesos de licitación para la adquisición de bienes militares en la Marina de Guerra del Perú durante los años 1994 a 1998".
CUBAS SE DEFIENDE
Para Cubas, las pesquisas del Congreso y la acusación de la Procuraduría Anticorrucpción parecen no preocuparle. Al contrario se muestra tranquilo y seguro de su inocencia:
"Yo no tengo ninguna investigación abierta. Aparecieron publicaciones periodísticas de La República y de otros medios por algunas cosas raras que hicieron algunas personas, pero estamos hablando de mucho tiempo atrás".
Maldonado, por su parte, recordó que este caso quedó impune debido a algunas maniobras de los implicados en la Fiscalía. No obstante, para el abogado es necesario aclara las visitas de Cubas al preso Fujimori, más aún cuando su hija Keiko es candidata presidencial por un movimiento que reinvindica su figura:
"La visita no es un hecho accidental. Y debe condenarse en los términos más enérgicos, porque demuestra el comportamiento político de una fuerza que pretende obtener el poder. Este hecho no puede ser casual ni dejar de ser investigado por la instancia correspondiente porque significa que la red criminal sigue viva".
[Con información de La República]
[Foto de portada: Andina]
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