Eva Bracamonte aún procesa el haber sido absuelta del juicio que se le siguió por el asesinato de su madre Myriam Fefer, ocurrido en 2006. El Poder Judicial no halló pruebas fehacientes para condenarla, como pedía la fiscalía, quien le imputó el delito de parricidio por lucro.
Un día después de escuchar la sentencia que la libraba de la acusación, Eva respira más tranquila, pero siente que la justicia tiene una deuda grande con ella: no solo la procesaron mal la primera vez -el juicio fue anulado-, sino que hasta ahora, más de nueve años nueve años después del crimen, no se sabe qué pasó realmente con su madre.
“Esto empezó cuando tenía 18 años, ahora tengo 28, y siento que como me ha acompañado toda mi vida. Ahorita no asimilo que ya se acabó”, señaló este miércoles en RPP, tras señalar que justicia verdadera sería saber qué pasó con su madre."Sí me queda como una sensación de que esa parte es una justicia que no voy a obtener ni hoy ni nunca”, añadió.
Ahora no sabe bien qué hará con su vida, pero al menos siente que depende de ella misma esa decisión.
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