Este fin de semana es el estreno estadounidense de The Good Dinosaur, el -aunque parezca irreal- segundo estreno de Píxar de este año después de Inside Out. Aunque seguramente la película animada sobre un dinosaurio que se hace amigo de un niño será todo lo que Píxar está acostumbrado a ofrecer (tierna, colorida y profundamente triste para los adultos), quizá sea hora de variar un poco y ver películas animadas que no tengan nada que ver con Disney, Píxar o Dreamworks, las grandes productoras animadas de Hollywood. (Además, los peruanos tenemos que esperar hasta el 3 de diciembre para ver The Good Dinosaur.)
Por eso, recopilamos aquí una selección de las mejores películas animadas independientes -según IMDb-, la mayor parte de las cuales son producidas fuera de los Estados Unidos y por ello tienen un estilo visual y narrativo distinto a lo que estamos acostumbrados a recibir de la industria que llega a nuestras carteleras.
Chico y Rita - Fernando Trueba, Javier Mariscal y Tono Errando (2010)
Una historia de amor trágica entre un pianista y una cantante cubanos que viajan de ida y vuelta entre Cuba y Estados Unidos cruzándose y viviendo sus propias aventuras al ritmo del jazz y el blues de mediados del siglo XX.
Persépolis - Marjane Satrapi y Vincent Paronnaud (2007)
La novelista gráfica iraní Marjane Satrapi narra su infancia y adolescencia en esta adaptación de su novela gráfica del mismo nombre. Persépolis es una combinación perfecta entre el drama de la adolescencia al estilo occidental y la comprensión de la vida bajo un gobierno represivo.
Las trillizas de Belleville - Sylvain Chomet (2003)
Esta película animada francesa rarísima tiene un estilo visual surrealista y una narración que también parece sacada de un sueño. La historia, sin embargo, termina por tener sentido y el director Sylvain Chomet la transmite prácticamente sin diálogos en escenas que se suceden con dimensiones desproporcionadas y mecanismos aparentemente absurdos.
El Ilusionista - Sylvain Chomet (2010)
El segundo largometraje de Chomet es más sobrio que Las trillizas, pero no pierde su habilidad para narrar sin diálogo y generar ilusiones visuales que son justamente la especialidad de su protagonista. Se trata de una clásica historia sobre un señor sin ánimo de seguir adelante cuya vida encuentra un nuevo orden al conocer y terminar por hacerse cargo de una jovencita llena de ilusión.
El secreto de Kells - Tomm Moore y Nora Twomey (2009)
Esta película producida en Francia, Bélgica e Irlanda sigue las aventuras de un niño curioso que se convierte en aprendiz de una especie de druida del bosque. Entre la magia y unos amenazantes vikingos, es un largometraje de trama sencilla, pero visualmente impresionante.
Un gato en París - Jean-Loup Felicioli y Alain Gagnol (2010)
Una niña sigue a un gato por los techos de París y se mete en problemas. Para salvarla, muy al estilo francés, aparece un bandido con principios éticos que también es amigo del gato. Como toda obra parisina, Un gato en París tiene un estilo nostálgico que se corresponde con la vida nocturna de sus personajes.
Watership Down - Martin Rosen (1978)
Conocida en castellano como Orejas largas, esta película es un clásico de la animación británica. Se trata de una adaptación de la novela para niños de 1972 de Richard Adams en la que unos conejos pierden su hogar y tienen que encontrar otro -y luego protegerlo- en la campiña inglesa.
La tumba de las luciérnagas - Isao Takahata (1988)
Este largometraje, producido por el famoso Estudio Ghibli y basado en un cuento semi autobiográfico de Akiyuki Nosaka, narra la historia de dos hermanos que tratan de sobrevivir en medio del caos de 1945 en Japón, durante los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial. Bellísima y tristísima, La tumba de las luciérnagas trata temas como la supervivencia, la guerra y el amor fraternal con la delicadeza característica de los Estudios Ghibli -que se harían conocidos décadas después con El viaje de Chihiro-.
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