Estado Islámico se volvió a atribuir la autoría del siniestro que acabó con la vida de las 224 personas que viajaban a bordo del avión ruso de la aerolínea Metrojet el pasado 31 de octubre.

Y es que no conforme con la masacre del viernes último en París, el grupo terrorista quiso dejar en claro que también provocó la tragedia aérea en el Sinaí egipcio, hecho que hasta hace poco el Rusia no quería reconocer. 

Este miércoles los yihadistas utilizaron el último número de 'Dabiq', la revista propagandística que Estado Islámico edita, para publicar una fotografía donde se muestra un supuesto artefacto explosivo casero elaborado con una lata de refresco, un detonador y varios cables. 

La bomba habría sido colocada dentro del avión ruso, debajo de uno de los asientos de los pasajeros y al costado de las ventanillas, en la parte trasera de la aeronave, según una investigación filtrada por el diario 'Kommersant'. 

Según las indagaciones mencionadas, se cree que el explosivo pudo ser introducido en el avión por un trabajador del aeropuerto egipcio de Sharm el Sheij. 

El Gobierno ruso

Recién el pasado martes, más de dos semanas después del peor accidente aéreo en la historia de Rusia, el presidente del país, Vladimir Putin, admitió por primera vez que la catástrofe de Metrojet fue un atentado, una hipótesis que Reino Unido y Estados Unidos defendían desde el principio. 

Después de estas declaraciones, Putin aseguró que Rusia encontrará y castigará a los culpables de lo ocurrido sobre el Sinaí egipcio. 

Es así que algunas horas después del anuncio, Rusia lanzó un ataque masivo con bombarderos estratégicos y misiles de crucero contra las bases del Estado Islámico en la azotada Siria. 

(Foto de cabecera: composición con imágenes de glanacion.com y espectador.com)