Junípero Serra será el primer santo hispano de los Estados Unidos después de que el Papa Francisco lo canonice en una misa realizada en Washington.
Sin embargo, al otro lado del país, un grupo de descendientes indígenas encabezados por Louise Miranda estarán expresando su luto en una ceremonia que dista mucho de homenajear al misionero español.
Y es que para Miranda, el líder tribal de la nación Ohlone Costanoan-Esselen, Serra no debería ser canonizado puesto que violó muchas reglas de la Iglesia en las 24 misiones que instaló y precidió en California.
Es así que estará presente en el cementerio de la Misión de Carmel para honrar a sus antepasados quienes murieron en terribles condiciones dentro de las misiones que fundó el fraile franciscano, próximamente santo:
"Miles de ellos están en una gran tumba al lado de la iglesia desde hace cientos de años, así que iremos y rezaremos porque el papa no nos está escuchando".
Y Miranda no está solo. Un extenso grupo de miembros de diferentes tribus originarias del mencionado Estado sureño lo apoyan y piensan que el considerado 'fundador de California' y embajador del catolicismo del siglo XVIII no debería ser canonizado:
"Creo que le están eximiendo de la responsabilidad por los crímenes que cometió contra nuestros ancestros".
El polémico Junípero Serra
Aunque la imagen de Serra es respetada por muchos fieles, últimamente varios historiadores han reestudiado su biografía, en especial sus labores evangelizadoras y las consecuencia que trajeron para las nuevas misiones y los indígenas obligados a cambiar de credo y convertirse al catolicismo.
A pesar de ello, el Papa defendió al franciscano refiriéndose a él como un 'incansable misionero' que defendió al pueblo indígena de los abusos de los colonos. Asimismo lo calificó como 'uno de los padres fundadores de los Estados Unidos y protector de los hispanos del país'.
Y el Francisco no es el único que apoya su labor, muchos de sus seguidores afirman que apoyó a los nativos americanos dándoles ganado y más cultivos.
Por el otro lado, los nativos denuncian que Serra se comportó con sus antepasados como un conquistador más y aunque confirman el hecho de que defendió a los indígenas de los abusos de los soldados españoles, consideran que no hizo lo suficiente para evitar las masacres:
"La gente dice que era un hombre de su tiempo, que era la forma en la que se hacían las cosas cuando él estuvo aquí pero como cura, no importa en qué época, se supone que tendría que preocuparse por la gente".
Y pese a que algunos miembros de las tribus no se oponen a la canonización, Miranda afirma que los nueve representantes de su Consejo están en contra de su santificación.
Los abusos
Cuando Francisco anunció la santificación de Serra en enero de este año, representantes de las tribus californianas empezaron a mandarle cartas para evitar lo que consideran un 'escándalo moral'.
De esta manera, Andrew Salas el presidente de la nación Kizh, zona de la Misión de San Gabriel fundada por Serra, dijo:
"Las misiones eran cárceles y campos de exterminio para mi gente".
Según los historiadores, antes de las misiones, en California vivían unos 300 mil nativos, cifra que se redució a la tercera hacia 1850.
Y es que una vez bautizados, los nativos eran obligados a vivir en las instalaciones de las misiones y por ello, morían por la insalubridad. Además otra de las causas de los decesos eran las enfermedades venéreas contagiadas por los españoles:
"De día sirvieron de esclavos para erigir algunos de los ejemplos más bellos de la arquitectura del estado de California, que no eran más que una fachada de los insalubres campos de la muerte".
Según la portavoz de la Nación Kizh, Norma Flores - Toypurina Carac - la canonización fue un genocidio:
"El 90% de la población que vino a evangelizar murió en condiciones horribles por eso no creemos que tenga un lugar en el cielo con los otros santos. Cuando el papa hizo el anuncio me puse enferma, sentí un dolor en mi corazón porque sabía el daño que le iba a provocar al espíritu de mis ancestros que la persona que vino a quitarles sus vidas, su cultura y su religión iba a ser considerada un héroe".
Además la activista, quien también profesa la religión católica, considera que la Iglesia es la gente que profesa el amor, la piedad y la compasión y que Serra no tenía ninguno de estos valores. Por esta razón inició una recolección de firmas para impedir su canonización. Hasta la fecha ha reunido unas 10 mil:
"Los Hispanos merecen una persona ética en la Iglesia y en la historia de California para honrar y reflejar su herencia".
(Foto de cabecera: lapatilla.com)
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