El debate del informe de la Comisión Belaunde Lossio no estuvo ajeno al circo tan característico de las discusiones que suelen tener como escenario el Congreso de la República.

Más de seis horas de sesión que, entre tantas perlas, tuvo como uno de sus principales 'atractivos' el cruce de palabras entre el aprista Mauricio Mulder y prácticamente toda la bancada oficialista, que obligó incluso a suspender la 'batalla' con amenaza de postergación.

¿Cómo empezó el 'chongo'?

"Presidente, no sé si se necesita un insecticida o un raticida. Algo tiene que hacer porque hay ruidos molestos. A lo mejor un raticida puede resolver el problema".

Mauricio Mulder dijo esto tras ser interrumpido por la bancada nacionalista luego que señalara que el informe consideraba a Nadine Heredia como líder de una organización delictiva. Tras el reclamo y solicitud del retiro de las palabras, Mulder dijo que lo haría, pero...

"Lo que creo es que aquí se ha configurado una asociación ilícita para delinquir, de la que la mayoría de sus integrantes están ahí sentados ".

Tras un nuevo reclamo, el aprista dejó en claro a qué venía tanta 'cachita'. Porque muchos de los que 'estaban ahí sentados' hicieron lo mismo con la Megacomisión. Ayayay.

"Ahí, sí, ¿no?"

Luego del primer round, Mulder hizo alusión a los pedidos que en su momento hicieron varios parlamentarios de que no integre la Comisión, al haber sido quien presentó la moción para que esta fue constituida. Para luego, claro, volver con los 'ruidos'.

"Yo no estoy aludiendo a ningún congresista, estoy escuchando ruidos, y cuando eso pasa puede ser que haya ratas, no sé. Pero no se sientan aludidos".

Y ahí sí se armó la tole-tole. Julia Tévez pidió respeto... faltándolo.

"La palabra, insecticida, raticida, será para él, pero no para nosotros. ¿Qué le pasa? Yo entiendo que necesita antirrábicos, pero aquí es otra la realidad. Aquí esto va a ser un caos".

¿Qué hizo Mulder? Dejar en claro, nuevamente, que todo se trataba de una 'revanchita' pues. "Repetir los mismos epítetos".

El carpetazo

Pero la primera, y única interrupción forzosa del debate, vino cuando Mulder trajo a cuenta el tema de la venta de Todo Graph a la esposa del nacionalista Santiago Gastañadui, prima de Nadine Heredia. Compra que no cuenta con documentos que la comprueben pues, según el oficialista, se perdieron en un incendio.

Gastañadui pidió la palabra, se la otorgaron por un minuto -el previsto para las interrupciones-, pero al ver que le faltaba tiempo, la bancada no tuvo mejor idea que forzar la interrupción de la sesión 'a carpetazos', como en la despedida de Alan en el 85. Tal cual.

"El congresista Gastañadui patalea mucho ahora. ¿Por qué no lo hizo cuando se incendió su casa y en ella esta justo la escritura de la compra?"

E Iberico se asó

Tras regresar del receso, la bancada nacionalista puso en Víctor Isla su carta para pedir tolerancia y mayor tiempo para las interrupciones. Iberico señaló que se mantendría según lo acordado. ¿Qué le dijo Isla? Nada, solo 'dictador'. 

"Yo lo que veo es que usted actúa con una actitud dictatorial, porque no deja terminar de hablar (...) Yo le voy a pedir que seamos más tolerantes. Así hemos llevado el Parlamento".

A don Iberico no le importó y volvió a dar la palabra a Mulder, lo que provocó la vuelta del carpetazo... hasta que se molestó.

"Si continúan estas manifestaciones de golpear las carpetas, vamos a proceder según el reglamento, tal y como acordamos en la junta de portavoces, señores".

Lo que siguió fue un Mulder tratando de continuar con eso de que con la Megocomisión se hizo lo mismo y que todos estos problemas del nacionalismo solo responden a lo que pasa cuando se trata de llegar al poder  a enriquecerse. 

"Como ese que acaba de gritar, el congresista (Leonidas) Huayama, él es el rey de la minería informal en Piura, y no tiene ningún derecho (...)"

¿Qué dijo Huayama?

"El ladrón cree que todos somos de la misma condición. Yo he cometido errores, sí. ¡Uno de los que nunca he cometido es ser aprista, ser corrupto!"

Auch.


"Calma y tranquilidad"

Obvio Mulder saltó hasta el techo y respondió, pero justo le tocaba el turno de la palabra a la exnacionalista Natalie Condori, que en un acto que no nos puede generar otra cosa más que 'ternura', hizo un llamado a la paz a sus colegas.

Paz en el Pleno. Tan i̶n̶g̶e̶n̶u̶a̶  linda. 

Obviamente, no le hicieron caso y a punto estuvieron de suspender nuevamente la sesión.

Ay, caray, ¿quién dijo que el Congreso es aburrido?


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