Tras la indignación mundial producida por la agresión de la periodista Petra Laszlo contra inmigrantes que intentaban cruzar la frontera de Serbia a Hungría en un intento por llegar a Austria, la cadena de televisión N1TV la despidió y calificó de inaceptable lo ocurrido en la zona conocida como Röszke. 

Sin embargo, el medio al que pertenecía era calificado como marginal y extraoficialmente era reconocido como la cadena de Jobbik, el partido de extrema derecha que apoya totalmente al Gobierno de conservador de Viktor Orbán, primer ministro de Hungría. 

En la página web y redes sociales de N1TV se pueden ver titulares que revelan su posición en torno a la crisis migratoria que afecta a varios países de la Unión Europea, pero sobre todo a cientos de miles de inmigrantes, en su mayoría sirios: "Los inmigrantes pululan en todos los comercios" y "¿Guantánamo = Hungría?". 

Por su parte, el primer ministro húngaro anunció que aceleraría la construcción de un segundo muro en la frontera con Serbia de cuatro metros de altura para poner un alto a la migración ilegal. El objetivo es terminar la valla en el mes de octubre, fecha en que la ONU estima que se reduzca el flujo migratorio.

Cabe resaltar que las autoridades de Hungría han detenido a más de 167 mil personas que cruzaron de manera ilegal su frontera en lo que va del año. 

La oposición y las críticas

Coalición Democrática, liderada por Ferenc Gyurcsány, ex primer ministro del país entre el 2004 y el 2009, y Diálogo por Hungría son los dos partidos de oposición minoritarios que han denunciado a Petra Laszlo ante la justicia. Lamentablemente no tienen representación marcada en el Parlamento húngaro. 

A pesar de ello, hoy se anunció que Laszlo podría terminar en la cárcel condenada hasta con cinco años de prisión por el delito de incitación a la violencia luego de que más partidos de oposición se atrevieran a denunciarla, según informó el diario británico 'The Guardian'. 

Cabe resaltar que el 66% de la población de Hungría ve a los refugiados como una amenaza contra la estabilidad del país. A pesar de ello, miles de ciudadanos se encuentran movilizándose para prestar ayuda a los refugiados al margen del profundo rechazo que manifiesta el Gobierno que considera la crisis migratoria como una 'invasión'.

(Foto de cabecera: infobae)