Así como en otras épocas no muy lejanas el 'sueño americano' de los mexicanos era entrar a Estados Unidos a como de lugar, sin importarles que sus vidas corran riesgos al pasar por las peligrosas fronteras y pactar con los inescrupulosos coyotes, la situación en la Unión Europea cada vez se va saliendo más de las manos de los gobiernos puesto que las autorizaciones de asilo no son suficientes para la gran demanda de migrantes. 

Y es que los refugiados salidos de África, Siria y otros países de Medio Oriente ven a algunas naciones de Europa como 'el Dorado' al que deben llegar a toda costa para buscar un mejor futuro a sus familias y una estabilidad que en sus lugares de origen no es posible de ninguna manera. 

Alemania, la última parada

A pesar de su mala reputación de estricta, insolidaria y hasta xenófoba, Alemania es la nación de la Unión Europea que más solicitudes de asilo ha recibido hasta el momento y la que más ayuda a prestado a los refugiados para su integración a la UE. 

Y es que además de darles un lugar donde vivir, una manutención para su subsistencia, servicios de salud y vestimenta, los refugiados que llegan a tierras alemanas también reciben 143 euros mensuales para sus gastos personales. 

Estos beneficios son posibles gracias a la Ley de Asilo y son vigentes durante los tres primeros meses que los refugiados permanezcan en el país. Después de este lapso, las autoridades les facilitan lecciones para aprender la lengua alemana y formación profesional para integrarse de la mejor manera al sistema laboral del país.

Es en esta segunda etapa que los refugiados se sitúan bajo la protección de una segunda ley denominada Hartz IV. Esta normativa les otorga entre 234 y 399 euros por persona y mensualmente según las condiciones personales de cada uno:

Las personas solteras, así como padres y madres solos tienen derecho a la prestación completa (399 euros) así como los mayores de edad cuyas parejas aún sean menores de edad. 

En el caso de las parejas mayores de edad, les corresponde 360 euros por persona. Para los menores de seis años se disponen 234 euros, mientras que los niños cuyas edades están comprendidas entre los 6 y 13 años obtienen 267 euros. 

Los jóvenes, cuyas edades oscilan entre los 14 y 17 años, reciben 302 euros. Asimismo, las personas de más de 18 y menos de 25 que vivan en la casa de sus padres o aquellas de entre 15 y 25 que ya se hayan movido sin apoyo de la comunidad, reciben 320 euros. 

Además de ello, los refugiados que tengan hijos reciben 84 euros mensuales por cada uno de ellos y el costo de su alojamiento, medicinas y otros servicios de primera necesidad como calefacción. 

Además de estos gastos, está también la inversión en personal para trámites burocráticos, en los programas para búsqueda de empleo y en la seguridad en los centros de refugiados, estas últimas adquisiciones se han incrementado debido al aumento de ataques violentos contra los inmigrantes. 

Si se suma todo ello hasta el mes de diciembre, se llegará a un gasto de 10 mil millones de euros en un año, una cantidad equiparable a medio rescate de Grecia. 

Además, el Gobierno alemán acaba de aumentar en 3.000 millones de euros el presupuesto para la acogida de refugiados y ha creado cerca de 150 mil plazas nuevas. 

Suecia, el otro destino soñado

Después de Alemania, Suecia es la nación que más solicitudes de asilo recibe. Solo el año pasado, recibió 75.095 peticiones, de las cuales otorgó 33.025. 

Los trámites para el asilo se realizan en las agencias de migraciones ubicadas generalmente en las grandes ciudades como Estocolmo y Gotemburgo. 

El refugiado debe presentarse, explicar cómo llegó hasta el país y dejar como constancia sus huellas dactilares. En ese momento, Suecia evalúa si se les debe otorgar la solicitud de acuerdo al Convenio de Dublín que exige que la petición se debe presentar en el país por el que se ha accedido a la Unión Europea. De ser la respuesta positiva, el Gobierno le da ayuda legal al inmigrante además de un traductor sin costo alguno. 

Mientras dura el trámite burocrático, la Agencia de Migración da alojamiento que puede ser en casas, departamentos o centros de refugiados. En los casos de gran tráfico, se alquilan hoteles o campings como lugares provisionales. 

Además, durante este lapso, los inmigrantes tienen permiso de trabajar, siempre y cuando su solicitud esté siendo considerada en Suecia por ser legítima y por haber probado su identidad real. El Servicio Público de Empleo presta ayuda para encontrar trabajo, de no ser el caso, el Gobierno les otorga una compensación económica para cubrir gastos básicos como alimentación, ropa y otros artículos de primera necesidad. 

También se presta ayuda en cuanto a la salud. Solo es necesario mostrar la identificación pertinente y abonar cinco euros para ser atendido. Si se trata de una embarazada o un menor de 18 años, no hay costo alguno. 

De concederse el asilo, también se obtiene la residencia y el permiso de trabajo en el país. Para concluir con el trámite, los refugiados tiene que registrarse en la Agencia Tributaria sueca. 

Todo el periodo de espera dura unos cuatro meses, sin embargo, las peticiones se han multiplicado de tal manera que ahora puede llegar a superar el medio año. 

Una vez obtenido el asilo, el refugiado puede optar vivir por su propia cuenta o aceptar la ayuda de la municipalidad a la que se le asigne. En este segundo caso, el Gobierno le da al inmigrante una casa, ayuda económica y orientación para vivir acorde a la sociedad sueca. 

(Foto de cabecera: eldiario.es)