Alan Kurdi, el pequeño niño sirio ahogado en las costas de Turquía que ha remecido las sensibilidades mundiales y actualmente es la imagen de la terrible crisis migratoria que afecta a miles de sirios y a los países de Europa, ha tomado la posta de la concientización humanitaria ante el sufrimiento de refugiados en todo el planeta. 

Pero no solo los Gobiernos de la Unión Europea se encuentran abordando la situación que ya se ha llevado casi 3.000 vidas en las aguas del Mediterráneo, sino que las naciones situadas a cientos de miles de kilómetros de distancia también fomentan campañas solidarias para acoger a numerosos inmigrantes que huyen de los cruentos conflictos en Medio Oriente y África. 

Y a pesar de que Grecia es el país que abre las puertas de la Unión Europea, solo ha autorizado 1.275 peticiones de asilo a sirios en los últimos cinco años. Por su parte Italia, otro de los puntos claves para el ingreso al 'sueño europeo', ha aceptado a 1.005 refugiados. 

Asimismo España solo aceptó a 1.335 sirios y Portugal solo a 15. 

Y Aunque Alemania, Suecia y Bélgica han recibido a una mayor cantidad de migrantes, resulta inverosímil que Brasil, un país ubicado a 10 mil kilómetros de Siria, de refugio a más personas que Italia, España y Portugal con alrededor de 2.077 sirios actualmente residiendo en su territorio.

Brasil

El Gobierno brasileño modificó sus normativas migratorias hace dos años para facilitar el otorgamiento de permisos a los sirios que huían de la terrible guerra civil en su país. 

Desde ese momento, los pedidos de asilo se han multiplicado notablemente, especialmente desde las naciones de Líbano, Jordania y Turquía. 

Al respecto, Andrés Ramirez, representante de la Agencia de la ONU para los Refugiados en Brasil, señaló:

"Brasil ha tenido una política de puertas abiertas con los refugiados. El número aún es bajo, pero sin duda se trata de un ejemplo que debe ser seguido a nivel mundial".

Cabe señalar que en Brasil, los refugiados sirios pueden trabajar normalmente y tienen acceso a la salud y a la educación mientras que sus papeles de aprobación de estatus de refugiados esperan su autorización. 

Otros auxilios solidarios

Brasil no es la única nación que se ha mostrado preocupada ante la crisis migratoria y ha tomado acciones reales. 

También Argentina, donde existe una gran comunidad siria, dio refugio a 233 inmigrantes desde el inicio de la guerra civil. Es más, el año pasado, se implementó el 'Programa Siria' para reunir a las familias y permitir la entrada a los sirios sin antecedentes penales. 

De la misma manera, algunos gobiernos locales comenzaron a acoger a inmigrantes sirios. El caso particular de la provincia de Córdoba es loable puesto que se ofrecieron terrenos y trabajos para 50 familias que estén dispuestas a trasladarse hasta allí. 

Por su parte, Chile está evaluando acoger entre 50 y 100 inmigrantes como mínimo. Cabe resaltar que Sergio Bitar, ex ministro del país, descendiente de sirios y uno de los mayores impulsadores de las campañas de refugiados está trabajando en el tema arduamente. 

Asimismo México se encuentra esperando a unos 30 estudiantes sirios a través del Proyecto Habesha, una iniciativa de la sociedad civil que lucha por que los inmigrantes obtengan sus visas para entrar al país. 

De igual manera, una carta de la ciudadanía emitida a través de Change.org exige a Peña Nieto que garantice la acogida a 10 mil sirios que huyen de la guerra. 

El caso de Uruguay

El pequeño país de Sudamérica es excepcional puesto que es uno de los que mayores campañas de movilización y tomas de conciencia ha realizado en torno al tema migratorio de los sirios. 

Es así que el año pasado, el entonces presidente uruguayo, José Mujica recibió en persona en el aeropuerto de Montevideo a 42 sirios a los que también ofreció asilo. 

Además también exhortó a los otros países de latinoamérica para que presten ayuda a las familias sirias que tratan de escapar del conflicto. 

Sin embargo, no todo es color de rosa en la acción solidaria de Uruguay.

Y es que algunas personas han denunciado al país por no cumplir con las promesas que les hicieron. Es así que este lunes, cinco familias sirias manifestaron frente al palacio de Gobierno para que el Ejecutivo haga posible que regresen a un campo de refugiados en Líbano, donde residían antes de trasladarse a Uruguay. 

Maher Aldees, representante de los denunciantes, afirmó:

"Vivir en el Líbano era mejor que acá. No tengo problema con la gente de Uruguay y con el país, tengo problema con el gobierno que nos mintió".

A la fecha Uruguay a recibido a 117 sirios y se encuentra negociando con cada familia para encontrar la mejor solución ante las demandas de los refugiados. 

En medio de las muestras de solidaridad, las palabrerías de Maduro

Y a pesar de que muchas naciones se muestran fraternales con los sirios al margen de las situaciones económicas y políticas de sus gobiernos, Nicolás Maduro parece no caer en cuenta que la población de su país tiene que hacer larguísimas colas para obtener un poco de comida y su moneda está especialmente devaluada en comparación a otras divisas del mundo. 

Es así que ayer, el presidente venezolano ordenó a su canciller que gestione la acogida de nada menos que 20 mil refugiados sirios:

"Le he ordenado a Delcy Rodríguez que se reúna con la comunidad siria, Venezuela va a acoger a 20.000 sirios que están en la diáspora siria".

Es más, el mandatario no desaprovechó la ocasión para soltar su discurso antiimperialista en contra de las potencias occidentales y manifestar su apoyo a Bashar al Asad, el presidente de Siria. 

Además se refirió a la dramática imagen de Alan Kurdi exhortando al mundo:

"¿Es que eso no le duele a nadie?, ¿no les duele la destrucción de Siria?".

(Foto de cabecera: rt.com)