Hoy empieza el debate en el Pleno del Congreso de la República para definir si la empresa estatal Petroperú ingresa o no a la exploración y explotación (upstream) de petróleo en el Lote 192, ubicado en Loreto y que cuenta con una reserva aproximada de 134 millones de barriles. 

Ayer, la Comisión de Energía y Minas aprobó el dictamen que autoriza a la empresa estatal operar el lote en disputa. De hecho, ha sido casi inédita la ola de apoyo a esta medida. El conflicto que se desarrolló en Loreto provocó que grupos políticos como el fujimorismo o el movimiento de Pedro Pablo Kuczynski den un insospechado respaldo y una cerrada defensa a Petroperú.

Pero, ¿qué se debatirá en el Pleno y de qué hablamos cuando nos referimos al dictamen? El documento refiere que Petroperú regresará al upstream en los próximos dos años, luego de que culmine el contrato de concesión con la empresa Pacific Stratus Energy. Tiempo suficiente para poder “prepararse” para la explotación.

Sin embargo, y pese al aval de agrupaciones ubicadas a la derecha del espectro político, el presidente de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep), Martín Pérez, ha calificado de “poco responsable” la decisión de la Comisión de Energía y Minas. Su declaración, por consiguiente, se hace extensiva a todos aquellos candidatos que han apoyado tal medida.

"En medio de una protesta popular, donde hay un pequeño grupo que quiere conseguir algo, y que ya aprendió cuál es el modelo, que es 'sal a la calle, utiliza la violencia, no dialogues porque siempre vas a asacar algo más', los candidatos les están diciendo a esos pequeños grupos, 'señores ese es el camino para conseguir más'".

Las declaraciones de Pérez, dirigente del mayor gremio empresarial del país, suponen pues un nuevo quiebre en la derecha. Si antes habíamos visto cómo los liberales marcaban distancia de los conservadores en torno a la acusación de plagio contra el cardenal Juan Luis Cipriani –se evidenció en el comunicado publicado a toda página en El Comercio-, hoy somos testigos de cómo la derecha liberal se distancia de lo que podría denominarse como derecha populista, que está tomando posiciones en base a un cálculo estrictamente político ad portas de la campaña para las elecciones de 2016.

Esta reflexión se desprende de la contradicción en el accionar de candidatos como Keiko Fujimori o Pedro Pablo Kuczynski. La lideresa de Fuerza Popular viene de ser primera dama de un gobierno que privatizó todo a su paso. Y que despojó, precisamente a Petroperú, de sus actividades de exploración y explotación.

PARA CHÁVEZ SOLO IMPORTA DARLE LA CONTRA AL GOBIERNO

Pedro Pablo Kuczynski, por su parte, nunca ha sido partidario de tener un Estado que incursione en actividades empresariales. Y si nos referimos específicamente a Petroperú, esto declaraba el autodenominado “socialista” PPK en agosto de 2011.

CUANDO DICE UNA COSA DICE OTRA

Además, sabemos de buena fuente que PPK está en conversaciones de mutuo apoyo con el actual gobernador regional de Loreto, Fernando Meléndez, quien es un promotor férreo del ingreso de Petroperú al lote en cuestión. Videíto manda.


Otro de los que se ha subido al coche petrolero es el líder de Alianza para el Progreso, el caricaturesco César Acuña. Aunque ya es una práctica común del también candidato presidencial.

fiel a su estilo, siempre calculando

La izquierda, en tanto, representada en este caso por el congresista Manuel Dammert (quien curiosamente ganó un juicio a PPK y ahora los dos piensan lo mismo), siempre ha tenido un mensaje a favor del reforzamiento de Petroperú. En su caso podríamos atrevernos a afirmar que se trata de una reacción legítima y un pedido desde su sincera concepción de la política económica del país.

kemosión


PINCHANDO GLOBOS

Pero tenemos un mensaje para aquellos que recién se suben al coche electorero de respaldo al dictamen que aprobó la Comisión de Energía y Minas: no todos los loretanos que protestan lo hacen para exigir la presencia de Petroperú en el lote 192.

Paréntesis: el área de influencia está comprendida en las cuencas de los ríos Marañon, Tigre, Pastaza y Corrientes.

De hecho, solo una, la del río Tigre, de las tres comunidades a las que se les realizó la consulta previa para la continuación de la explotación petrolera, han marchado exigiendo el ingreso de Petroperú al lote.

Las organizaciones de los ríos Pastaza y Corrientes, por su parte, continúan exigiendo que, sin importar qué empresa ingrese a operar, se subsane el daño ambiental que desde hace 30 años sufre la zona y que se realice una nueva consulta previa. Esto es lo que reportó Servindi:

“Como se recuerda, a través de un oficio el Ministerio de Energía y Minas (MEM) dio por concluido la Etapa de diálogo de la Consulta sin haber llegado a acuerdos con las comunidades del Corrientes y Pastaza, que están ubicadas en el ámbito central del lote petrolero”.

De modo que la discusión sobre el lote de petróleo más importante del país no se centra solamente en si ingresa o no la empresa estatal, sino que es un debate que tiene de por sí varias aristas y sobre el que el papel actual del Estado debe obtener más atención que cualquier posturax –con o sin conveniencia- política al respecto.


PETROPERÚ: CAJA CHICA, AGENCIA DE EMPLEOS

Luis Davelouis, periodista especializado en temas de economía, se refirió a las declaraciones que hizo el presidente de la Confiep. Parcialmente a favor, consideró que la intención de operar un pozo no es lo más preocupante, sino que antes de eso, Petroperú necesita una reestructuración con desesperada urgencia.

“Petroperú es actualmente una especie de caja chica y agencia de empleo del gobierno de turno. Mientras eso no se solucione, todo va a seguir siendo ineficiente. La rentabilidad no es sinónimo de eficiencia. Si Petroperú no tiene déficit es porque maneja en solitario una parte del mercado de hidrocarburos. Habría que convertirlo en una empresa de verdad”.

Desde el punto de vista político, en opinión del expresidente de Petroperú, Humberto Campodónico, de aprobarse el ingreso de la empresa a la operación del lote 192, “estaríamos ganándole una batalla a la derecha concentrada neoliberal que todos los años sostiene que Petroperú no puede operar y no tiene capacidad por sí mismo. Pero hay una voluntad de la población de sacar a la empresa adelante”.

En todo caso, sea cual fuere la empresa que opere el lote –ahora o en los próximos dos años- no puede asumir el daño ambiental que está dejando Pluspetrol. 

Más bien, Perupetro, que es la institución encargada de otorgar licitaciones, deberá dejar los puntos claros sobre el accionar en ese sentido, puesto que aún existe un proceso judicial contra la argentina Pluspetrol debido a su responsabilidad en la contaminación de la zona de influencia directa del lote.


NOTAS RELACIONADAS

#Portadasdeldía: Loreto gana su primera batalla por el Lote 192

Confiep sobre el Lote 192: No hay que recurrir a soluciones 'facilistas'

Federaciones nativas marcan su posición frente a protestas por Lote 192


-(FOTO DE PORTADA: EL COMERCIO)