Solos es una película de corte independiente que habla de la frustración de hacer ese tipo de películas y que nadie las vea en el cine. Parece irónico, incluso un sinsentido, invertir en realizar algo que se sabe de antemano que tiene pocas posibilidades de ser rentable. Joanna Lombardi, sin embargo, cuenta con una red de apoyo que hace que su iniciativa tenga sentido: Tondero, la productora en la que maneja los proyectos cinematográficos -y que ha producido sus dos películas-, ha desarrollado un sistema en el que no solo sale a cuenta, sino que hay una visión integral para ‘permitirse’ hacer cine de autor sin salir perdiendo económicamente.
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La idea, tomada por Miguel Valladares, el gerente de Tondero, de la forma en que las grandes distribuidoras les venden sus películas a los canales de televisión, es no venderles a los patrocinadores realizaciones individuales sino paquetes. Así, Solos estuvo incluida en un paquete de cuatro películas y un musical que incluía la comedia comercial A los 40, el thriller El elefante desaparecido, el drama Magallanes y el musical Mentiras. Aunque A los 40 haya sido el ‘gancho’ por el que las marcas compraron el paquete de Tondero, fueron Solos, El elefante desaparecido y Magallanes las películas que participaron no solo en el Festival de Cine de Lima sino en otras premiaciones extranjeras.
Para Lombardi, esta es una manera de acercar el cine peruano al público: "En Tondero tenemos de todo porque nos interesa acercar el cine al público, el cambio que ha habido. Hace siete años, para la gente el cine peruano era sinónimo de cine malo. Eso ha cambiado y ahora la gente tiene otro feeling con el cine peruano". Se combinan, entonces, películas entretenidas que tienen una asistencia masiva y películas que puedan tener prestigio internacional y terminen por ser atractivas también para el público peruano.
En el caso de Solos, la directora trabajó con muy poco guion generando, más bien, situaciones para que los actores conversen sobre las dificultades que enfrentan al realizar sus proyectos cinematográficos, algo que Lombardi vivió en carne propia tras el estreno comercial de su primera película, Casadentro, que fue un éxito en festivales y un fracaso en la taquilla.
- Casadentro es una película muy clásica, planificada. En cambio Solos tiene una dinámica más experimental, con improvisación y mezcla de elementos documentales. ¿Has encontrado tu estilo ahora, en Solos?
Yo me demoré como año y medio en escribir el guion de Casadentro, y todos los diálogos están súper pensados. Sabía exactamente dónde iba a poner la cámara en cada escena. Tenía miedo, era mi primera película y necesitaba una estructura porque nunca lo había hecho. Es difícil para un director cuando es su primera película, porque todos los que están ahí han hecho como veinte películas antes. De pronto uno es el jefe y el que menos experiencia tiene. Por eso Casadentro es una película muy estructurada. Cuando hice Solos, que era esta película que yo quería hacer sobre el cine, contada desde el punto de vista de unos jóvenes, me pareció que me gustaría que sea una película mucho más documental. Quería probar otro estilo y ver qué sentía si es que no tenía un guion, cómo me manejaba con la improvisación. Tuvimos muchos ensayos con los actores, para ir descubriendo qué íbamos a contar.
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Creo que debería estar en un lugar intermedio. La película que estoy escribiendo, la siguiente, sí necesita una historia estructurada dentro de un marco de documental. Mantener esta cosa libre, pero con una historia más contada. Voy a combinar las dos cosas y ver qué pasa, cómo me siento.
- Las películas peruanas tienen una tendencia a ser más como Casadentro en el sentido de que son más planificadas, más clásicas. ¿Cuáles son tus referentes para pasarte a esta onda más indie, más contemporánea?
- Trato de ir a festivales a mirar películas y me he dado cuenta de que disfruto un montón los documentales. Me encanta cuando no te queda muy claro si es documental-documental o si es ficción. Más que un documental específico es un estilo de contar, de combinar la ficción y el documental. Me parece más interesante mirar algo que es verdad, que te cuente algo que no conoces y a lo que no tienes acceso. Quiero combinar eso con algo que te construya una historia, porque tampoco me gustaría hacer un documental tal cual.
- En Solos la trama es que los personajes han hecho una película y la están llevando a las provincias peruanas porque ya han pasado por la frustración de que nadie la ha visto. ¿Eso pasó con Casadentro? ¿Es lo que sentiste?
De hecho a partir de ahí nace la historia y yo me burlo de mí misma cuando se habla de cuánta gente fue. El punto de partida es lo loco que resulta hacer una película que sea tan exitosa afuera y a la que le vaya tan mal acá. Ya no sabes si ha sido exitosa. Queda la duda de si debería estar contenta o no.
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- Hay un personaje argentino en Solos. ¿Ese es como un flashback a tu época de estudiante de cine en Buenos Aires? ¿Te parece que ese es el ambiente que hay allá, de frustración?
- Esta película es una reflexión sobre el cine de autor y el cine comercial. Yo he estado yendo a varios festivales y en realidad no es una problemática peruana. Es una problemática más bien latinoamericana. En Brasil la gente te dice que nadie quiere ver películas de allá. Es como estaba Perú hace unos años. Sí me parecía que poner a un argentino en la película era abrir un poco, que no sea tan local para decir que esto es algo que no solo está pasando acá. El argentino también cuenta su experiencia y te da la sensación de que es un problema mucho más grande que nosotros.
- ¿De dónde sale la idea de la pantalla inflable en la que proyectan la película de Solos?
- Hay varios grupos de cine itinerante aquí. Había un grupo que se llamaba Nómadas y cuando los conocí supe que ese era el vehículo perfecto para contar la película que quería contar sobre el cine. Los llamé y me dijeron que fuera, que tenían una gira de dos meses y que fuera con ellos. Inicialmente yo iba a hacer una película mucho más documental, contando ese viaje y a esos personajes, pero me di cuenta de que contando esa historia no entraba al conflicto que yo quería contar. Ellos pasan películas mucho más accesibles y tienen bastante público, así que jalé un poco más la ficción.
- Parece un poco jalado de los pelos llevar cine de autor a donde nadie ve cine o solo ven el cine de Jackie Chan, como dice una señora en el tráiler de Solos. Ya de arranque se sabe que va a salir mal, ¿o no?
No necesariamente. En un lugar donde no hay cine, donde no hay tele, cualquier cosa que pongas en una pantalla es un motivo de hacer algo y sentarte a mirar. Uno de los descubrimientos de la película es que, por más que no haya un cine donde pasen Hollywood, la estructura narrativa, la manera de contar, el sinónimo de película con entretenimiento, está tan metido que una película que es un poco distinta a eso no conecta con la gente.
La pregunta de Solos es si tiene sentido seguir haciendo películas así. Yo siento que no podría hacer otras películas. No me saldría hacer una película comercial. Uno tiene que hacer lo que le nace, no tiene mucha alternativa. Y disfrutarlo.
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