Si un mérito podemos destacar de Alan García es su capacidad de resistirlo todo, como si estuviera blindado o contara con una piel de teflón por la que, una a una, todas las denuncias en su contra resbalaran sin destino conocido.

Hoy volvió a batir un nuevo récord inmunológico al referirse al gravísimo caso de los 'narcoindultos', por el que pesa sobre él una denuncia constitucional en el Congreso (de hecho, son tres denuncias ya, como coleccionables).

¿Y qué dijo?

Los defendió, desde luego, al compararlos con la conmutación de penas a 46 presos que impulsó Barack Obama en los Estados Unidos. García Pérez se mandó con el símil en Twitter:

El líder aprista, muy orondo él, opina desde los 140 caracteres para justificar los 'narcoindultos' y no parece recordar que el caso es tan serio que el expresidente de la Comisión de Gracias Presidenciales, Miguel Facundo Chinguel, se encuentra preso.

Es más, la fiscalía ha solicitado una pena de 17 años de prisión para Facundo Chinguel -el juicio arranca el próximo 22 de julio-, acusado de encabezar y dirigir una organización criminal que favoreció el indulto de unos 400 encarcelados durante el gobierno de García Pérez. Incluso hay 23 casos en los que se indultó a jefes de organizaciones internacionales del narcotráfico.

Pero García es, como bien lo resumió el genial Heduardo, más hábil que 'El Chapo' Guzmán.

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