Hoy comienza en Bonn una nueva sesión de los negociadores de 195 países parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). 

En esta oportunidad le corresponde al Grupo de Trabajo Especial sobre la Plataforma de Durban para una Acción Reforzada (ADP), cuyo reto principal es sintetizar y mejorar un documento de 80 páginas elaborado en febrero en Ginebra, y que en opinión de algunos especialistas contiene redundancias y contradicciones.

Como en todas las negociaciones, la sociedad civil continúa vigilante y proactiva. Esta vez la ONG World Wildlife Fund for Nature (WWF) ha pedido a los negociadores que den un impulso a la reducción de emisiones antes del 2020 y que los líderes tengan “un borrador de acuerdo ambicioso, basado en la ciencia y justo”, para ser aprobado en la cumbre de París.

Para Samantha Smith, líder de la Iniciativa Global de Clima y Energía de WWF, los negociadores de Bonn deben centrarse en cinco prioridades: 

* reducir drásticamente las emisiones en los próximos cinco años 

* garantizar que los compromisos que se alcancen sean acordes con la ciencia y la justicia para limitar el calentamiento global

* asegurar que las comunidades más pobres reciban recursos urgentes y adecuados para estar mejor preparados para los futuros impactos del cambio climático

* un objetivo global para la adaptación, así como un fuerte mecanismo de pérdidas y daños

* reconocer que es muy importante abordar las emisiones de los sectores de la tierra y bosques.

samantha smith estuvo en lima, en la cop20 / foto: wwf

"Está claro que el nuevo acuerdo climático global significará poco si las emisiones siguen aumentando en los próximos cinco años, antes de que el nuevo acuerdo global entre en vigor. La tendencia nos muestra un aumento significativo de las emisiones a menos que tomemos medidas inmediatas para reducir los gases de efecto invernadero", señala Smith.

La activista resalta que las energías renovables y la eficiencia energética siguen superando todas las predicciones sobre su rápida implantación, sus mejoras y que cada vez son más asequibles. “Sabemos que las políticas que las promueven funcionan: disminuyen las emisiones y tienen otros muchos beneficios, como aire más limpio y más puestos de trabajo. Esto es, sin duda, algo en lo que los gobiernos pueden actuar de forma inmediata", anota.

Los estudios científicos indican que debemos alcanzar el punto máximo de emisiones antes del 2020 y después reducirlas de formas drástica. Eso significa que cualquier nuevo acuerdo climático mundial tendrá que poner en marcha las medidas necesarias para garantizar que las emisiones en la década posterior al 2020 coincidan con la ciencia, y esto debe hacerse de manera equitativa.

"Los negociadores no deben postergar las discusiones difíciles. Tienen que acordar un proceso claro para discutir las cuestiones cruciales de la equidad, las pérdidas y daños, las finanzas y la forma jurídica del nuevo acuerdo, y estas discusiones deben empezar sustantivamente en este período de sesiones de Bonn. Todos los temas políticos deben abordarse lo antes posible", subraya Smith.


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(Foto cabecera: WWF)