"Los malos policías me tumbaron". Con esta frase exministro boliviano de Gobierno Hugo Moldiz resumió su salida del gabinete de Evo Morales por la fuga del empresario peruano Martín Bealunde Lossio, quien cumplía arresto domiciliario con fines de extradición en la Paz.
Moldiz se pronunció en el mismo sentido en que lo hizo más temprano el presidente de Bolivia, quien culpó a los malos policías de este escándalo. El exministro sostuvo en la radio boliviana Erbol que Belaunde Lossio tuvo hasta cuatro horas para poder escapar.
"Estaba en mi domicilio y cerca a las 8:15 me llaman. Yo siempre recibía informes desde la cinco de la mañana, de la Policía, de Inteligencia y resulta que ellos (los custodios de Belaunde), a las tres de la mañana, dijeron que Belaunde no aparecía y recién reportaron a sus mandos a las 7:30 de la mañana, cuatro horas después".
Moldiz admitió también que conocía los pagos que Belaunde Lossio hacía a sus custodios. Según él, oscilaban entre los 100 y 200 bolivianos (US$14 en promedio) por día, aunque indicó que, para que le facilitaran la fuga, el monto habría sido mucho mayor. Incluso el exministro dijo que cuando se enteró que estos pagos cambió a los agentes que vigilaban al peruano, pero los nuevos igual fueron corrompidos.
Gobierno peruano se lava las manos
En tanto, en Lima, como era previsible, el premier Pedro Cateriano pretendió cargar toda la culpa de este escándalo a las autoridades bolivianas, pese a que a estas alturas está claro que, más allá de las responsabilidades que asumieron en La Paz, en el gobierno de Ollanta Humala hubo desidia y negligencia, como lo confirmó el mismo canciller boliviano David Choquehuanca.
Pero Cateriano tiene otra interpretación, desprovista de toda autocrítica, pese a que es la segunda vez que se les escapa Belaune Lossio, quien había advertido que si lo traían a Lima iba a decir todo lo que sabía, lo que fue casi una amenaza velada a la pareja presidencial peruana.
Esta es la lectura del premier:
"Bolivia ha reconocido, a través de estos actos (la destitución de dos altos funcionarios, el ministro de Gobierno y el jefe de la Policía) que la fuga es de responsabilidad de esas autoridades".
Agregó que la oposición aprovechó este tema para confundir a la opinión pública, porque -jura y rejura- el gobierno peruano siguió el procedimiento contemplado en la ley para culminar la extradición. Esto, valgan verdades, no es cierto, y como ya lo mencionamos, lo dijo bien clarito el mismo canciller boliviano.
Esto fue lo que declaró Choquehuanca, quien de paso desmintió al titular del Interior peruano, José Luis Pérez Guadalupe:
"El 14 de mayo nosotros transmitimos formalmente a la Embajada del Perú en La Paz una copia legalizada del auto supremo, para que el Estado peruano confirme al personal responsable del traslado del extraditable, el lugar y la fecha de entrega. Pero hasta el momento no se ha recibido ningún pronunciamiento oficial del Perú".
¿Cateriano habrá leído esas declaraciones? Al parecer, no. Por favor, que alguien se lo cuente al menos, para que el gobierno humalista deje de hacer papelones en este caso.
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